Los canarios consideran, no obstante, insuficiente la respuesta de las instituciones europeas al fenómeno migratorio irregular en las Islas
La ciudadanía canaria, como la del resto de regiones ultraperiférias, es claramente europeísta y sus preocupaciones coinciden con los principales retos que se plantea la Unión Europea en el sentido de una Europea que cree riqueza y empleo para todos sus ciudadanos, que fomente la educación y la formación, principalmente en los sectores emergentes y a través de las nuevas oportunidades que ofrece la digitalización, pero que todo ello se haga desde una perspectiva de sostenibilidad. La inmigración también ocupa una lugar preponderante en las preocupaciones de los canarios.
Esta es una de las reflexiones recogida en el documento que la Consejería de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos del Gobierno de Canarias ha remitido a Madrid para que se integre en la que será la propuesta española la Conferencia sobre el Futuro de Europa (COFE), después de la consulta pública abierta por el Ejecutivo autónomo.
Mención aparte merece la cuestión de la migración, en la que un porcentaje muy amplio de la ciudadanía canaria considera que el incremento del fenómeno migratorio, con la multiplicación de las llegadas irregulares procedentes del cercano continente africano, no ha tenido la respuesta adecuada por parte de la Unión Europea y del Estado en la gestión de la crisis.
Ante la búsqueda de soluciones a esta cuestión, éstas pivotan en tres aspectos: en primer lugar, en la necesidad de realizar un refuerzo de la política migratoria a nivel de la Unión Europea, en segundo lugar, en realizar acciones en los países de origen para evitar que sus poblaciones tengan que emigrar, y, por último, en la necesidad de redistribuir a los migrantes que llegan a Canarias hacia el resto de la Unión.