El sur de Gran Canaria tuvo durante cerca de 20 años a Urbaser como empresa gestora de la limpieza urbana y recogida de residuos al calor de los contratos marcados por CC en la época en la que ICAN tenía el control del municipio líder por entrada de divisas por turismo en España. Tras un concurso gestionado por AVPP, bajo un estricto control que duró cerca de dos años, la limpieza del destino fue a parar a la UTE liderada por una empresa que se llama FCC Medio Ambiente. La gente cree que es de la familia Koplowitch pero en realidad es propiedad de Carlos Slim, magnate mexicano. En Las Palmas la empresa repetiría el mismo esquema que en sur de Gran Canaria: la diferencia es que operaría como un alacrán financiero protegido por las terminales carnavaleras de Inmaculada Medina, la poderosa y exempleada de Galerías Preciados concejal de Servicios Públicos con el PSOE. En el PP las operaciones de FCC Medio Ambiente serían intocables a pesar de las denuncias ciudadanas en redes sociales que circulan y a las que acceden los turistas antes de visitar el destino San Agustín, Maspalomas, Playa del Inglés y Meloneras como la inédita imagen de entrada de tractores en la misma Playa del Inglés para sacar arena en 2020 y que ocupó espacios en prensa europea.
![[Img #5506]](https://maspalomas24h.com/upload/images/01_2022/2904_maspalomas24hcom2.jpg)
El negocio del sur de Gran Canaria es financiero para los socios de la UTE y el liderazgo lo tiene la empresa de capital mexicano con sede en Madrid. El contrato es de los más poderosos de las islas: Es limpieza viaria, recogida de residuos y limpieza por un periodo de 12 años, con la posibilidad de extensión por otros 3 años más con 53.829 habitantes y supone una cartera de 121 millones de euros. En Panamá la empresa habría estado investigada por sobornos por obras públicas, incluído el metro de Panamá City, construído junto a Odebrecht.
Esther Koplowitch debió vender en 2020, después del confinamiento por Covid19, la empresa que fundó Ernesto Koplowitz, un judío de la Alta Silesia que llegó a España a principios de la década de 1930, huyendo del nazismo, y que se casó en 1946 con Esther Romero de Joseu y Armentos, una rica heredera hija de los marqueses de Cárdenas de Monte Hermoso, perdió, con la irrupción de Slim en 2015, el poder ejecutivo que la familia había mantenido durante 70 años.
Poco antes, en noviembre de 2014, el mexicano había certificado la compra del 25 % de FCC mediante la suscripción de la mitad de una ampliación de capital de hasta 1.000 millones, en una operación muy similar a la que la entonces presidenta de FCC había estado negociando con el magnate estadounidense de origen húngaro George Soros. Aquel acuerdo estuvo vigente hasta enero de 2020, momento en el que a los Koplowitz le venció la refinanciación de su deuda personal de mil millones de euros, aplazada por BBVA y por Bankia.
Con el dinero de Slim, FCC ha crecido creando en EE.UU la unidad de negocio Environmental Services es una de las 20 principales empresas de Estados Unidos en la gestión integral de residuos sólidos y reciclaje. La empresa está presente en los estados de Texas, Florida y Nebraska. Presta servicio a cerca de 8,5 millones de norteamericanos a través de los más de 25 contratos municipales firmados en los últimos años, con un valor que excede los 2.000 millones de dólares.
FCC Servicios Medio Ambiente lleva a cabo en el Grupo FCC desde hace más de 110 años la prestación de servicios municipales y gestión integral de residuos, y sirve a más de 66 millones de personas en cerca de 5.000 municipios. Gestiona una red de más de 700 instalaciones de tratamiento de residuos, con cerca de 200 complejos medioambientales de valorización y reciclaje, incluyendo 11 proyectos de recuperación de energía no fósil de residuos con una capacidad anual de proceso de 3,2 millones de toneladas y 360 MWe de potencia.























