Con la puntualidad de todos los principios de año, aquella semillas plantadas en la memoria de los tirajaneros vuelve a germinar, crecer y se convirtiese en un ejemplo de cómo los sureños protegen su medio ambiente y calidad de vida. La naturaleza esparce durante estas fechas un manto blanco, el color dominante de las delicadas flores del almendro, matizadas por ligeros tonos rosados, como si cada una de ellas escondiera un alba. Así las pintó en 1890 Vincent van Gogh en su célebre obra ‘Almendro en flor’, donde destaca también el intenso azul del cielo que sirve de fondo. La almendra sigue siendo un símbolo del campo de San Bartolomé de Tirajana y un motivo anual de celebración.