La alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, Concepción Narváez, afronta ya la consolidación de la ejecución presupuestaria con un pacto de gobierno donde sigue con los mismos cuatro partidos con los que quiso quitar al PPAV la opción de gobernar en 2019 hasta 2023: PSOE, NC, CC y Cs. En la última entrevista a Radio Faro, Narváez, deslizó sin querer algunos gestos que denotan más preocupación de la que habría aparentado hasta ahora. Por cierto, en su despacho hay una nota que se puede leer: "yo soy la jefa de mi vida",  que podría ser de Paulo Coelho. Cuando le hablan de CC cierra los puños y genera la percepción de no rehuir combate alguno cuando considera que la política local se puede convertir en una lonja de perjurio.

Narváez en los plenos presenta un tipo de mirada que llega a denotar enfado, pero en la entrevista de Radio Faro se percibe un duro sentimiento de culpa consigo misma como de haber sido traicionada cuando habla del pasado y sus alianzas con CC, con quien polariza el discurso en un intento con éxito de dejar fuera de cobertura al partido que realmente tiene los mimbres para hacerle oposición: el PP de Marco Aurelio Pérez. Narváez también desplegó patrones de conducta no verbal asociados a la crisis cuando sonrió ante las cámaras haciendo gala de una sonrisa amortiguada (que disimula la inexistencia de sentimientos positivos) y de labios tensos habitualmente. Cabe apuntar no obstante que este último tipo de sonrisa también pudo verse a menudo cuando se ocupó de noticias de política local.

Emocionalmente la líder socialista de Tirajana se deja ver menos alegre cuando trata temas acerca de la crisis y también más preocupada, en primer lugar, cuando habla de temas de política local, de economía y, en tercer lugar, de crisis. En cuanto a los movimientos corporales, los dedos de Narváez también han mostrado algunas diferencias respecto a las otras temáticas analizadas. Los movimientos en conjunto desvelan que no ofrece movimientos agresivos y que no aparece especialmente nerviosa, pero sí menos firme que en su disertación sobre otros temas económicos o sociales. Es importante resaltar, sin embargo, que Narváez no expresa patrones de conducta diferenciados en crisis y el resto de temáticas discursivas cuando movió la cabeza, los brazos y las manos en otras comparecencias públicas.