No hay recepcionista de la vieja guardia, y de la nueva, que no conozca estas cajas fuertes en las islas. Corría el año 1979 cuando Elsafe coloca sus primeras cajas fuertes en hoteles y apartamentos del sur de Gran Canaria. Era la primera caja fuerte electrónica en el mundo en el mercado hotelero. El nuevo producto se llamó Elsafe y la primera fábrica de la empresa se ubicó en Mosvik, Noruega. Tras Gran Canaria, la empresa empezó a operar en Marbella de la mano del hotel Meliá Don Pepe. A partir de ahí, un imperio que ahora está en manos de los dueños de Yale, conocida por las llaves de toda la vida.
Elsafe nació en Canarias en el año 1979 de la unión de intereses de Tommy Dreyer y Björn Lyng. En noviembre de 1979 se colocan las primeras 64 cajas fuertes con combinación electrónica en las habitaciones del complejo Sun Club en Maspalomas, hasta esa fecha no existía en todo el mundo esta modalidad de servicio hotelero; luego otros copiaron esta idea y hoy es un servicio imprescindible en hostelería. Desde entonces: más de 60.000 cajas de seguridad en Canarias en 400 establecimientos hoteleros y extrahoteleros, tanto en venta como en régimen de explotación compartida. Décadas de servicio ininterrumpido de asistencia técnica durante las 24 horas y 365 días al año, líder en su sector.
Elsafe asume en el año 1995 la representación para Canarias de las cerraduras y sistemas de tarjeta electrónica VingCard, de la conocida multinacional Assa Abloy, instalando unas 35.000 cerraduras en más de 150 complejos turísticos. Tras 44 años en el mercado, Elsafe sigue ofreciendo y apostando por unos productos y servicio postventa de alta calidad, para la seguridad, bienestar y comodidad de sus clientes.
El negocio en Canarias se mantiene. Entre un hijo de Lyng y Manuel Fernández, exdiputado regional del PP. La crisis ha pasado factura a la emisión de las tarjetas. En 2020 hubo 348.872 clientes con este servicio cuando en 2019 eran 504.015. Fernández y Lyng con Elsafe Canarias han pasado de facturar 2,5 millones de euros de 2019 a 986.051 euros en 2020. El patrimonio neto de la empresa está sobre los 2,3 millones de euros, según las cuentas auditadas por Parrilla y Asociados.
Tras los años de desarrollo en Canarias, Elsafe, que en la islas sigue manteniendo su autonomía de operaciones, pasó a formar parte del Grupo Assa Abloy en 1995 y se convierte en la empresa independiente de cerrajería más grande del mundo y compuesta por más de 100 empresas subsidiarias internacionales. Además de VingCard Elsafe, Assa Abloy también es propietaria de la cerradura Yale, Sargent y las firmas de cerraduras de alta seguridad Medeco en los EE.UU, Mul-T-Lock en Israel, o las famosas Fichet-Bauche en Francia. Está controlada por Gustaf Douglas a través de su empresa Latour. Tiene distribuidores en más de 167 países.
























