El bloqueo financiero a las inversiones rusas en la UE tendrá impacto negativo en el corto plazo en el sur de Gran Canaria. La familia Del Castillo se encuentra ahora con este asunto cuando quieren sacar un proyecto que se llama Costa Afortunada. El proyecto es a medio y largo plazo; pero este 2022 hay un problema: se restringe la presencia de capital ruso en la UE y, por tanto, hasta que no haya paz (Reino Unido sostiene que la guerra de Ucrania durará varios años). Es el plan de Tarajalillo, que deberá buscar otros socios financieros para darle salida a los 2.389.650 metros cuadrados que hay entre la GC-500 y la GC-1 propiedad de la familia Del Castillo. El despacho Romera y Ruiz Arquitectos tiene todo el proyecto hecho. Fernando González Montoro (PP), cuando era concejal de Urbanismo de Tirajana, dio luz verde al convenio urbanístico en 2018.

El plan pasaba, y pasa, por un puerto deportivo en Bahía Feliz con 70 millones de euros que tenía como promotor, separado, Satocan. La familia Del Castillo ya tenía amarrado un plan inversor con un socio ruso y un socio alemán: entre los tres, una operación de 1.600 millones de euros y 9.000 puestos de trabajo al generarse seis hoteles de lujo, villas, un parque temático y campo de golf en una parcela de la familia Del Castillo. Cerca del Aeroclub se prevé otro puerto deportivo con 500 puntos de atraque. El proyecto está metido en los tribunales porque dueños de suelos de la zona han recurrido a un Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Las Palmas anulando la reclasificación como suelo urbanizable de los terrenos de Tarajalillo.

En 2012 el presidente de Satocan, Juan Miguel Sanjuan, decía que "me parece fantástico que empresarios rusos quieran poner su dinero en el sur de Gran Canaria, porque esto demuestra, entre otras cosas, que Maspalomas sigue siendo un destino turístico muy atractivo". El proyecto bordea las piezas turísticas de Bahía Feliz, Playa del Águila y La Gloria. Se configura como la puerta de entrada de una zona turística muy importante en Gran Canaria, por lo que ha sido considerado como una actuación estratégica.

El despacho Romera y Ruiz Arquitectos considera que "la situación actual del sector reclama una intervención inteligente dirigida a recuperar la zona turística del sur de Gran Canaria. Para ello, se han explorado minuciosamente las posibilidades de integración ambiental y la optimización de los valores naturales presentes".