El aumento del precio del combustible se deberá repercutir en las tarifas de agua en breve producto de la necesidad de mantener la calidad. En el sur de Gran Canaria, según datos oficiales, hay agua almacenada para atender la demanda de 0,6 días. ¿mucho o poco? Una locura. "Es deseable tener una reserva de al menos 5 días", señala un informe del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria al que ha tenido acceso Maspalomas24H.
Mientras un tirajanero usa de media 203 litros diarios y un turista genera un gasto de 513 litros diarios, según estimaciones oficiales, que incluiría estimaciones de gasto sumando jardines y piscinas. Cuando la comarca sur está bien de turismo tiene 108.000 habitantes. El consumo intensivo provoca problemas: en San Bartolomé de Tirajana el porcentaje de las pérdidas fue del 19,13% con un coste de 25.502.949,94 euros, en 5 años, según el último informe de fiscalización de la prestación por las entidades gestoras del servicio de producción y distribución de agua potable en Gran Canaria.
Los datos anteriores tienen mucho que ver con el nivel de garantía del sur de la isla. Es el resultado del equivalente de días de reserva con los depósitos al máximo y el consumo medio del municipio. La media de la isla es de 5 días, que oscilan entre los 72 días de Tejeda y los 0,6 de San Bartolomé de Tirajana.
En Gran Canaria, el sector turístico genera una demanda de 16,3 hectómetros cúbicos que, en el tiempo se reparte equilibradamente durante todos los meses del año y en el espacio se concentra principalmente en los municipios turísticos. Estas cantidades también deben ser consideradas respecto al incremento de aguas residuales a tratar.
El uso del agua en los establecimientos hoteleros tiene otras consecuencias indirectas para la cuenta de resultados. La razón es que la política medioambiental de las empresas turísticas y la imagen asociada afectan al nivel y características de su demanda. En el sur de Gran Canaria destaca el importante esfuerzo en el control de sus impactos medioambientales así como en la reducción del impacto visual y los ruidos. En el caso del agua, aspectos como la cantidad de agua y su calidad se convierten en criterios cada vez más importantes a la hora de seleccionar destino por los turistas.