La francesa Vinci digitalizará la oferta turística de Maspalomas y esto es una buena noticia. Pero hay matices con la red de sensores que se van a establecer: la tecnología que la empresa francesa Vinci hará con su filial Imesapi, que antes era de la constructora ACS de Florentino Pérez, va a convertir al destino en una zona no libre de control por 3,9 millones de euros. En resumen: se gana en seguridad pero se convierte en un gran hermano. No se sabe cómo afectará eso a productos como el turismo gay. A modo de ejemplo: las cámaras leerán la cara y pueden cuadricular toda la presencia del turista, y también del vecino, las 24 horas del día.
Por ejemplo, la Policía Local podría tener acceso a utilizar un modelo predictivo para determinar cuándo y dónde pueden ocurrir delitos, basado en un algoritmo del historial delictivo de determinados individuos. Lo que viene es un despliegue de racionalidad disciplinaria bajo la forma de un control y una vigilancia sin rostro, ubicuo, dirigido por todos y por nadie. El plan permite múltiples y coordinados procesos de recogida de datos con el objetivo de mejorar continuamente el uso de los diversos recursos necesarios para la vida diaria de Tirajana en sus zonas turísticas. Los datos se procesarán de acuerdo con una serie de algoritmos, cada uno de los cuales tiene una función claramente definida y tiene un propósito final preciso.
Imesapi, una filial que antes era de ACS y ahora del grupo francés Vinci, se ha hecho con el control del proyecto ‘Maspalomas Smart Destination’ aportados en un 63% por la entidad estatal Red.es y en un 37% por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, y que está cofinanciado por Bruselas a través del Programa Operativo Plurirregional de España (POPE). Permitirá la implantación de una Plataforma Smart y Open Data, con componentes, entre otros, de Big Data, y el despliegue de equipamiento en el ámbito de la seguridad, incluyendo una Plataforma Integral de Gestión de Emergencias, la evolución del Centro de Control y el suministro de cámaras, drones de vigilancia y pulseras de geolocalización.
Oficialmente esta iniciativa pretende la transformación de Maspalomas como Destino Turístico Inteligente "mejorando la eficiencia energética" en la actividad del entorno y, específicamente, en la actividad turística, estableciendo un nuevo modelo de relación entre la administración, empresas y personas, y "posicionándose estratégicamente dentro del ecosistema abierto de la innovación en el ámbito de ciudades y comunidades inteligentes". ‘Maspalomas Smart Destination’ también prevé la implantación de una Plataforma de Marketing Turístico Digital, la dotación de infraestructura en las oficinas de turismo de la ciudad, la instalación de red wifi, el desarrollo de una aplicación móvil de turismo, la gestión inteligente del alumbrado y la instalación de una red de sensores y estaciones meteorológicas.