Saber cómo está el partido del gobierno es clave para tomar decisiones en el sur de Gran Canaria, es decir, donde se mueve el dinero de la isla. La celebración de elecciones municipales en 2023 ya se cocina en el PSOE del sur de Gran Canaria con un partido unido de puertas afuera pero escasamente movilizado por las labores propias de gobernar en tres frentes al mismo tiempo con una pandemia encima. La dirección del PSOE baraja colocar a Concepción Narváez de número dos de Ángel Víctor Torres en la lista regional al Parlamento de Canarias. Eso significaría que Narváez saltaría del municipio. En el hipódromo hay preparados dos potros: David Delgado y Gustavo Santana. Ambos cuentan con amplia base de apoyo de Las Palmas y de afiliados en el sur de Gran Canaria; pero el poder real y las decisiones estratégicas pasan por dos cabezas: Pilar Grande y Narváez.
Las familias visibles en el PSOE están estructuradas en tres áreas de poder: Concepción Narváez, David Delgado y Gustavo Santana. La primera es la que cuenta con poder de firma y tiene seducido el capital turístico con el respaldo de Grande mientras que Delgado y Santana llevan desde 2018 intentando hacerse con el control de las listas. Estos dos últimos tienen un déficit: la capacidad de movilización y atracción de inversiones al sur de la isla. En primer lugar, porque Santana fue líder de UGT y eso asustaría al capital aunque no se reconozca. Por su parte, Delgado, histórico militante que viene de las bases desde las JJSS, no termina de decir claramente lo siguiente: el PSOE también es un partido para que las empresas creen empleo.
Delgado tiene en su haber la experiencia municipal y una visión de conjunto por saber gestionar la agenda de Ángel Víctor Torres en este mandato como asesor en la presidencia autonómica. En 2018 tuvo discrepancias con Gustavo Santana, entonces secretario general de la UGT de Canarias, por criticar en una emisora de radio del sur de la isla problemas internos del PSOE. Ya entonces Delgado sostenía que "contamos con una ejecutiva de las más cualificadas y capacitadas en muchos años del partido" y que tanto él como Narváez y Carlos Álamo no "estamos por mantenernos en una continuidad de cara al futuro", y aconsejaba no cometer el "fallo histórico" de discrepar internamente antes de unas elecciones.
El problema que tiene el PSOE en Tirajana es si hacer una lista fuerte para ganar o para medio ganar, es decir, mantener en 2023 la estrategia de medio perder unas elecciones para que Nueva Canarias siga siendo el partido bisagra de ámbito regional y viceversa en el poder insular. La lógica, entre otras, que maneja Ángel Víctor Torres es repetir en Tirajana un acuerdo similar al de Arucas. Es decir: un pacto PSOE con apoyo del PP.
