Corría el año 2015 cuando el Patronato de Turismo de Gran Canaria, los empresarios y la propia comunidad LGTB indicaban que más del 15 % del negocio turístico de la isla era un producto gay. Que casi uno de cada seis turistas y uno de cada seis euros facturados en el balance de todo el año. Y corría el mes de abril de 2022 cuando el lobby rosa Freedom se disparó en el pie diciendo sin métrica alguna que su semana del Pride de Maspalomas, hecha sin concurso público, generaría 150 millones de euros. El turismo gay debería ser cosa de la FEHT como producto en formato IAE y sacarlo por completo de grupos de presión de género.
El negocio del turismo rosa afecta a múltiples sectores: desde taxistas de Maspalomas a locales de ocio y no es para dejarlo en medio de luchas de siglas de asociaciones controladas por foráneos que tienen intereses en múltiples destinos. Es decir: es un producto que no debería tener injerencias de colectivos no profesionales y sin estructura en Maspalomas. Los grupos internacionales que no pagan cuota a la FEHT para verificar su correcto proceder promocional, deberían estar fuera de todo el negocio. Porque ha sido la locura del negocio lo que ha provocado la muerte del turismo gay con la viruela del mono. Seis países aportan a Gran Canaria más de la mitad de sus turistas homosexuales: España (19 %), Alemania (14 %), el Reino Unido (13 %), Suecia (7 %) y Dinamarca (6 %).
El Gay Pride de Maspalomas, la fiesta multitudinaria que se celebró en entre el 5 y el 15 de mayo y a la que asistieron unas 80.000 personas (Freedom hablaba de previsiones de 300.000), se ha convertido en el segundo foco del brote de la viruela del mono en España y se puede decir de Europa, según El País. Los servicios de salud pública del Gobierno de Canarias están asombrados por el impacto. Hay ya casos en Dinamarca procedentes de Gran Canaria.
Es cierto que al sur de Gran Canaria solo le plantan cara Ibiza, Sitges o la isla de Mykonos (Grecia). Pero también es cierto que a este mercado nunca se le ha cuestionado nada por esas cosas de la corrección política. Gran Canaria lleva años promocionando en las cabalgatas del orgullo gay de varias ciudades europeas, monta espacios propios en el área LGTB de las ferias turísticas de Madrid y de Barcelona o la ITB de Berlín.