Europa podría sufrir escasez de combustible este verano debido a la contracción de los mercados del petróleo, según declaró el director de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, al diario alemán Spiegel. No es un problema de las islas sino de origen. Al margen del queroseno, este entorno de recesión, deuda y no crecimiento económico va a reventar la clase media europea que pueda emplear su gasto en el turismo.
Desde que la pandemia de la Covid-19 irrumpiera en 2020, el sector de las aerolíneas ha tratado de capear las restricciones para retomar su actividad habitual. Aún con un nivel inferior al de 2019, el volumen de vuelos se recupera poco a poco y una prueba de ello es el consumo del queroseno, el carburante de los aviones que en diciembre de 2021 se disparó más de un 154% respecto al mismo mes de 2020, y eso fue antes de la guerra de Ucrania. Sin embargo, esta prueba del camino hacia la normalidad evidencia también uno de los factores negativos que enfrenta la industria, el coste del queroseno que se sitúa en máximos desde 2014.
Cuando comience la principal temporada de vacaciones en Europa y Estados Unidos, la demanda de combustible aumentará. Entonces podríamos ver escasez: "por ejemplo, de gasóleo, gasolina o queroseno, sobre todo en Europa", dijo Birol. Birol también advirtió que la actual crisis energética era "mucho mayor" que las crisis del petróleo de los años 70 y que además duraría más tiempo, según el informe. "En aquella época sólo se trataba del petróleo. Ahora tenemos una crisis del petróleo, una crisis del gas y una crisis de la electricidad simultáneamente", dijo Birol.