Es cierto: forma parte de la historia del turismo en Maspalomas, como también forma parte de la historia del turismo del sur de Gran Canaria tomar el sol sin protección. La conciencia de los turistas ya no es la misma que hace 50 años y el tratamiento a los animales al aire libre tiene cambios inminentes. No es solamente que el Gobierno central haya instado a la salida de los camellos como negocio en las Dunas de Maspalomas sino en todo la ley de bienestar animal.
Si no es por un lado, es por otro. Ya puede Caballerizas Maspalomas moverse como quiera que unanimidad puede que no encuentre por muchas visitas a políticos que haya. La nueva Ley de Bienestar Animal propone la reconversión de los zoos en lugares de cría autóctona en cautividad, entre otras materias. De momento el PSOE en Tirajana apoya que se queden pero partidos como PACMA o Podemos no quieren ni escuchar esa posibilidad. En cualquier momento, el Seprona puede precintar la actividad y la presencia de camellos en Maspalomas será cosa de Youtube.
Se regula también a quienes trabajan con camellos, además deberán tener una formación concreta; mientras que el registro de las entidades de protección animal tiene como objetivo una mayor profesionalización de las mismas. Se limitará el número de camadas dependiendo de las necesidad de núcleos zoológicos y establecimientos, todo ello supeditado a un control veterinario. En este sentido, se prohibirá, por ejemplo, la cría cuando haya más de un 25% de consanguinidad en los animales o cuando haya enfermedades genéticas. Eso es condenar el negocio de Maspalomas.
La consanguinidad de un entorno donde hay pocos camellos genera otro problema. Tendrá que traer camellos no canarios. Y en materia de animales no autóctonos, la norma trata la creación de un listado que determinará qué animales se puedan comprar y vender fuera del país y que se basará en tres ejes: que no sean un problema salud pública, que no sean un problema de seguridad pública, y que no sean un problema para el medio ambiente. Ese problema para el medio ambiente es lo que argumenta Costas.






















