El caso 18 Lovas adoptó esta semana el rumbo previsible producto de la ineficacia de los abogados de Las Palmas contratados por el presidente de Lopesan, Eustasio López, para salir del embrollo que supuso haber mantenido una relación impropia con una mujer que era menor y que le dijo momentos antes de practicarle una felación que superaba los 18 años. El juez quiere que en una vista oral a celebrar en un juzgado de la capital grancanaria las partes declaren y se dicte sentencia.
En círculos de poder donde se mueve el dinero real en el sur de Gran Canaria se consideraría que López fue víctima de una trampa de miel por quitarle el liderazgo del negocio del turismo y demoler la empresa; pero nadie se atreve a decirlo y defender la honestidad del empresario. Ni el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha pedido la presunción de inocencia presionado por Podemos y ha definido como "execrable" el 'caso 18 lovas'. ¿Y quién ejerce la acusación particular? El Gobierno de Canarias porque alguna de las menores estaban acogidas en centros dependientes del Ejecutivo regional siendo Torres vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria y consejera de Asuntos Sociales, Elena Máñez.
Todo comenzó a las 10.30 horas del 4 de mayo de 2016. Una madre y su pareja entran en la Jefatura Superior de Policía de Canarias. Y dijo: "El 16 de abril, cuando estaba limpiando la habitación de mi hija, vi encima de la cama, completamente abierta, la libreta que usa como diario; al cogerla para cerrarla, leí lo siguiente: Voy a empezar a hacer scort por 100 o 200 euros por cliente". La chica dejó escrito: "Yino, es un poco asquerosito, pero es discreto y me da regalos y ropa……". Ahí surgió el caso 18 Lovas. La Policía se pone a investigar, pide permiso judicial para intervenir teléfonos y se encuentra con la presencia de Eustasio López en todo este círculo. Hubo una fiesta en Ayagaures y una menor le habría hecho sexo oral.
¿A quién se le pudo ocurrir colocar menores de edad en una fiesta privada de negocios a la que va el dueño de la mayor cadena hotelera de Canarias y mayor fortuna del archipiélago? Las piezas del puzzle no darían para más. El sexespionaje no es descartable porque alguien gana en todo este asunto generando un problema reputacional a Lopesan. Las diligencias de lo que empezó llamándose ‘operación Vara’ van más allá de esta cita de Ayagaures y, en todo caso, tiene siempre, según fuentes conocedoras del caso consultadas por Servimedia, como vértice a Agustín Alemán que, según recoge el sumario, declara una y otra vez, que todo se trata de un montaje. Uno de los acusados ha dicho este mes de junio en Onda Guanche que las menores colocaban en redes sociales su edad e indicando siempre que eran mayores generando a los clientes una posición comprometedora. Este mismo acusado dijo tener constancia del inicio posterior de un ciclo de chantaje.
La trampa de miel es una práctica de investigación que implica el uso de relaciones románticas o sexuales con fines empresariales. La documentación en poder de autoridades judiciales pone de relieve que López fue atraído como una mosca a la miel para obtener información o influencia. Uno de los testigos debería saber algo y no ha declarado todavía nada. En 2009, el MI5 británico distribuyó un documento de 14 páginas a cientos de bancos, empresas e instituciones financieras británicas, titulado "La amenaza del espionaje chino". Describió un esfuerzo chino de gran alcance para chantajear a los empresarios occidentales sobre las relaciones sexuales. El documento advierte explícitamente que los servicios de inteligencia chinos están tratando de "explotar vulnerabilidades como las relaciones sexuales... para presionar a las personas para que cooperen con ellos".
Como común denominador, en todas ellas, aparece la presencia de ‘Yino’, encarcelado durante meses por esta causa. ‘Yino’ presuntamente sabría que entre sus “empleadas” había menores de edad porque supuestamente así las buscaba expresamente. Según fuentes de la investigación las compensaría con regalos y dinero, en especial a aquellas que le ayudaban a captar a más menores. La policía sostiene que ‘Yino’ captaba a algunas de sus “empleadas” en centros tutelados de menores y, gracias a la colaboración de esas primeras adolescentes captadas que recibían una propina, ‘Yino’ conseguía más chicas. A este presunto proxeneta, según fuentes policiales, le gustaban las menores y habría encontrado un filón en ese mercado. A ‘Yino’, la fiscalía le acusa de decenas de delitos de agresión sexual, abusos y prostitución. Finalmente, aquella inicial ‘operación Vara’, ha acabado llamándose “18 lovas” cuando trascendió que ‘Yino’, director de la agencia, habría llevado en una ocasión 9 ‘scorts’ a una comida de negocios en Ayagaures, tras haber sido supuestamente contratado por el empresario, Eugenio Hernández. Entre aquellas nueve mujeres supuestamente habría dos menores de 18 años.
