Ojito con las respuestas y las caras que se ponen si el turista se pone muy pesado. FTI, dueño de Labranda o Meeting Point, espera volver a beneficios salidos de la arena del sur de Gran Canaria en 2023 después del rescate que ha hecho tanto Alemania como el gobierno de España. De esa fontanería se encarga nada menos que el consejero delegado de FTI, Ralph Schiller, de 59 años. De trato muy afable este conocedor de la industria es de los que aparece acompañado en un hotel y simula ser cliente oculto. En Egipto hizo de animador de un hotel.
Ralph Schiller suele ocuparse de la expansión del turismo en lugares como Gran Canaria, conexiones de vuelos o firma acuerdos de venta a bordo de cruceros. Schiller, que fue ascendido de un simple director gerente a director ejecutivo del Grupo FTI a fines de 2020, incluso alcanzó una fama moderada en televisión como un "jefe encubierto". Disfrazado con barba y anteojos, se engañó a sí mismo como supuesto animador en el balneario egipcio de El Gouna entre el personal del hotel.
Ralph Schiller dirige el enfoque estratégico y el desarrollo corporativo de todo el grupo de empresas. Además, le reportan directamente las divisiones de transformación, comunicación y sostenibilidad. Antes de unirse a FTI, recientemente fue responsable de las divisiones de marketing y ventas de REWE y anteriormente ocupó el cargo de director general de Reiseland GmbH & Co.
Desde marzo de 2020, la agenda de Schiller se ha llenado principalmente con citas que están muy alejadas de la diversión de años anteriores. El banco interno Unicredit, por ejemplo, solicitó su préstamo para el proveedor de viajes de propiedad familiar más grande de Europa solo unos días después de la prohibición de viajar impuesta en todo el mundo, que tenía como objetivo limitar la propagación del Corona en la primavera de 2020.
Lo que siguió fueron angustiosas rondas de negociaciones con departamentos de crédito, bancos estatales de desarrollo, auditores y, en última instancia, la Agencia Financiera Alemana, un grupo de trabajo del Ministro Federal de Finanzas. La metamorfosis de Schiller de experto en vacaciones a malabarista financiero parece estar dando sus frutos en estos días. En términos operativos, se ha fijado el objetivo de volver a beneficios este año. Eso será a costa, entre otros factores, de los márgenes y de la inflación que sacude el negocio.
