El sur de Gran Canaria está en vilo por los altos costes de la energía en restauración y producción de agua en los hoteles con sus desaladoras. La industria de los viajes ha estado en aguas turbulentas últimamente. La escasez de personal y otros problemas operativos, junto con la gran afluencia en el tráfico de pasajeros, han creado una tormenta perfecta de interrupciones en los viajes: retrasos continuos, cancelaciones y viajes con problemas en los aeropuertos. Un verano caótico espera a muchas aerolíneas, aunque la mayoría ha logrado controlar el asunto reduciendo su horario original de verano. 

Pero según el presidente ejecutivo de Ryanair, Eddie Wilson, debido al control del tráfico aéreo, los retrasos en los vuelos podrían continuar hasta el próximo verano de 2023. Desde que se reanudaron los viajes internacionales en la gran mayoría del mundo a principios de este año, la industria de la aviación se ha visto afectada por una ola de frustrantes retrasos y cancelaciones. 

Se han cancelado miles de vuelos debido a la escasez de personal y se han retrasado aún más, dejando a los viajeros varados en algunos casos. No han sido solo las aerolíneas las que han tenido que modificar su funcionamiento normal para hacer frente. Aeropuertos como Londres Heathrow (no opera directamente con Gran Canaria pero satura el espacio áreo en Gatwick sus problemas) y Ámsterdam Schiphol (que prevé un gran aumento en invierno en Gran Canaria en cuanto a operaciones) se han visto obligados a poner un límite al número de pasajeros que pueden salir de sus aeropuertos este verano. Desde ayer, Schiphol ha ampliado su límite de pasajeros hasta este mes de noviembre a más tardar. Y a finales de julio, London Heathrow amplió su límite de pasajeros hasta el 29 de octubre . 

El jefe de Ryanair , Eddie Wilson, advirtió el pasado fin de semana que el futuro no es el más brillante en lo que respecta a la disminución del nivel de interrupción que enfrentamos el próximo verano. Wilson consideró el control del tráfico aéreo como el "problema subyacente en toda Europa" y agregó que la interrupción continuará hasta el próximo verano "a menos que actúen juntos ahora". Wilson agregó que si bien los aeropuertos están tratando de aliviar la tensión al limitar la cantidad de pasajeros que salen durante el verano, los viajeros aún sufren retrasos no deseados. 

"Hay alrededor de un 10 o 15 por ciento menos de tráfico este verano en Europa en comparación con 2019, pero todavía no pueden manejarlo y tenemos los peores retrasos de la historia". Wilson dijo que varios factores eran los culpables de los retrasos en el control del tráfico aéreo, incluida una actualización de los sistemas de control del tráfico aéreo francés durante el verano y problemas de personal en una instalación de control del tráfico aéreo "importante" con sede en Alemania. 

La invasión rusa de Ucrania en febrero solo empeoró las cosas, según el jefe ejecutivo, ya que el cierre de los espacios aéreos en Rusia y Ucrania y sus alrededores ha “apretado mucho más tráfico hacia el sur”. Ryanair normalmente opera desde aeropuertos regionales más que sus competidores. Como resultado, es menos probable que se vean afectados demasiado negativamente por los límites de pasajeros en los principales aeropuertos como Heathrow. Pero esto también significa que es probable que la mayoría de sus retrasos se deban a problemas de control del tráfico aéreo, lo que posiblemente ofrece una razón de por qué el asunto está en la mente de Wilson. 

Ryanair no ha tenido problemas con la escasez de personal y los posteriores retrasos y cancelaciones tanto como sus rivales. A fines de junio, la aerolínea de bajo costo ofreció vuelos adicionales de "rescate" desde el Reino Unido para compensar las cancelaciones de British Airways, TUI y easyJet . Y en julio, la aerolínea con sede en Dublín compartió que junio fue el mes más ocupado registrado, lo que sugiere una recuperación positiva después de la pandemia.