El pintoresco pueblo de Fataga, situado a 700 metros de altitud, 16 kilómetros de Maspalomas y 8 de Tunte, se encuentra totalmente abandonado por el ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y el Cabildo de Gran Canaria.
Después de dos años de pandemia y parálisis total de la industria turísticas, se comienzan a ver la luz al final del túnel. Este mes de agosto con un lleno total en Maspalomas y Mogán, empresarios y trabajadores empiezan a dibujar una sonrisa en sus caras, no siendo así en estos momentos en Fataga, ya que mañana día 16 de agosto se cierra la principal ruta turística, por obras de asfaltado de la vía, que une Maspalomas con el interior de la isla, durante 10 días desde las 9,30 hasta las 19,00 horas.
Las 150.000 personas que disfrutan de sus vacaciones, también desean conocer el interior de Gran Canaria, pero saliendo de Maspalomas se encuentran con una imagen penosa, palmeras secas y basura a ambos lados de la carretera, disfrutando de la belleza de nuestras montañas y palmerales.
Fataga: uno de los pueblo más antiguos y bonitos, de Gran Canaria, se encuentra totalmente abandonado, sin colegio, sin tanatorio, sin parques infantiles, sin canchas deportivas, sin campo de fútbol y el museo Casa Montull, cerrado y abandonado, sin tener en cuenta que pertenecemos a uno de los ayuntamientos más importantes de España. Y no hablemos de nuestros palmerales, ni recordemos el fuego del año 2007, porque si cae una chispa hasta Fataga desaparece del mapa.