El que fuera un excelente corredor de los años 60 hasta los 70, y que fue un enamorado de Gran Canaria, pero particularmente de Maspalomas
Felipe del Rosario Betancort
El que fuera un excelente corredor de los años 60 hasta los 70, y que fue un enamorado de Gran Canaria, pero particularmente de Maspalomas, me estoy refiriendo al gran escalador español uno de los mejores de la historia, Julio Jiménez Muñoz, que nació el 28 de octubre de 1934, en Ávila, apodado como “El relojero de Ávila”, logró una treintena de victorias en el campo profesional que inició en Bilbao en 1959, destacando en el Tour de Francia con cinco victorias, cuatro en el Giro de Italia, más tres en la Vuelta a España. Como excelente escalador y un brillante palmarés, logró el Premio de Montaña en tres ocasiones tanto en el Tour de Francia como en la Vuelta a España, varias etapas del Giro de Italia, 2 campeonatos de España de montaña, un campeonato de España en Ruta, más una treintena de victorias en diversas carreras nacionales como internacionales. Formó parte de los mejores equipos ciclistas de distintas épocas como: Goyoaga, Catigene, Faema, Flandría, KAS, Ford, Hutchinson, Kaskol, Bic, Eliolona, goza de un excelente palmarés donde el mítico escalador, se quedó en las puertas de ganar el Tour de Francia en 1967, tras quedar segundo en la general.
Sus principales rivales fueron Anquetil, Pulidor, Bahamontes, y algunos más. Sin embargo en la edición 49ª del Giro de Italia, en 1966, que ganó el italiano Gianni Motta, del equipo Molteni, Julio Jiménez, que corría con el equipo Ford del francés Jacques Anquetil, el español Julio Jiménez logró vencer en la segunda etapa el 19 de mayo desde la localidad de Imperia a Monesi, etapa de montaña de 60 kilómetros, y vestirse de maglia rosa que llevó durante once etapas de líder de la misma, que perdió el 30 de mayo en Palma – Palma en una CRI, de 46 kilómetros, que ganó el italiano Vittorio Adoni, pero la lucha siguió en las etapas 15ª donde volvió a vencer delante de Motta, y 16ª, ganó Motta, y Julio fue segundo a escasos segundo de meta, pero al final el italiano Gianni Motta, fue el vencedor del Giro, pero algo había ocurrido en la etapa trece, donde la prensa y el público comentaban qué pasó para que el español abandonara el liderato de una forma extraña.
-Vamos a ver Julio, yo siempre he escuchado que el Giro de Italia de 1966, donde tú vestía de líder con la maglia rosa, durante once etapas, y la prensa confiaba en tu victoria, por lo fuerte que estabas, en esa carrera, pero en la etapa 13, incomprensiblemente perdiste la magia rosa ¿qué pasó realmente?
-Efectivamente perdí el liderato después de 11 etapas liderándolo, que había ganado en la segunda etapa y primera llegada en alto desde Cesenatico hasta Reggio Emilia creo que fue de unos doscientos y pico kilómetros, pero en la etapa 13 disputada en un circuito de Palma – Palma, de 46 kilómetros con una CRI, que y verdaderamente yo estaba ilusionado en ganar el Giro, porque me encontraba fuerte, pensaba perder poco tiempo en la crono, más la recomendaciones del equipo que tenía de jefe de fila a Anquetil, que quería que no arriesgara para buscar un mejor resultado más adelante, pero yo no hice caso porque confiaba en mis fuerza, pero, hasta ahora no lo he contado públicamente, pero te lo cuento a ti, por nuestra amistad, y el tiempo ya es pasado, mira Felipe, yo llevaba once etapas vestido de líder, o sea desde la segunda hasta la doce, pero ocurrió algo extraño que me preocupó bastante ya que, me llegó una nota en mí habitación, que no quiero revelarla, verdaderamente me asusté, enseguida pensé presuntamente en la “mafia italiana”, o si era una broma el caso que siempre se escuchaba de que se celebraban apuestas, el caso es que fuera una broma o verdad, salí a correr en la etapa trece, con la cabeza puesta en otro sitio comentándoles algunos compañeros que apenas había dormido bien, que tenía unas molestias en el estómago, etc., y por supuesto no puse de mí parte nada por seguir de líder, y una vez perdido el liderato dos días más tarde demostré que estaba bien y vencí en la etapa quince, desde Arona hasta Brescia de 196 kilómetros creo, pero no con el tiempo suficiente de lograr el liderato, terminando ese Giro en cuarta posición en la general, detrás del francés Jacques Anquetil, donde los dos primeros eran italianos, Gianni Motta y Ralo Zilioli, y eso fue todo, y no por la CRI, ni por nada más.
-¿Sin embargo con la pérdida de tú liderato se comentó varias cosas por tu forma de correr ese día?
-Bueno se dijo muchas cosas que no eran cierta, que si me dejé ganar por dinero, o por el regalo de un buen coche, pero nunca fue por eso sino por lo que te acabo de comentar.
-Aclarada mis dudas vamos a otro tema interesante para nosotros los canarios, ¿Por qué te hiciste residente canario durante años?
-Pues muy sencillo, cambié el frío de Ávila por el estupendo sol, y el maravilloso clima de Maspalomas, aquí, estuve viviendo durante muchos años, y me acuerdo que era en la calle Francisco Hernández González, donde me hice residente, y vecino de San Bartolomé de Tirajana, en San Fernando de Maspalomas, durante años, fundé un negocio en el Centro Comercial de San Fernando de Maspalomas, que era una peluquería, donde contraté a cuatro personas hasta venderla.
-¿Si estabas tan a gusto en Maspalomas, porque te fuiste definitivamente otra vez para Ávila?
-Verdaderamente me costó un poco, pero tuve que hacerlo por algunos asuntos familiares, y los negocios que tenía allí, que requería mi presencia, casi diaria, pero nunca dejé de venir a Canarias, aunque fuera una semana durante años, como vacaciones obligadas, además aquí tenía y tengo buenos amigos, en Maspalomas, pero allí tenía muchas cosas que solucionar, y después estaba algo delicado de salud, etc.
-¿Estando en Ávila recomendabas a los corredores venir a Maspalomas para entrenar?
-Pues claro que sí, le decía que tenía de todos para entrenar, llano, montaña, sol, un buen clima, excelentes hoteles, en fin la verdad, y nada más, y por supuesto que vinieron bastantes, casi me convertir en embajador sureño.
Sin embargo, la historia más triste de Julio Jiménez Muñoz, llegó 8 de junio de 2022, en Ávila, tras un desgraciado accidente de tráfico que sufrió en la localidad abulense, a las 87 años, y falleció en el Hospital nuestra Señora de Sonsoles, por las graves heridas sufridas.
Con su fallecimiento nos llegó a casa una desagradable noticia, ya que todos los meses nos llamábamos e incluso venía a mí casa a comer, donde conocía a mi familia, tengo varis entrevistas realizadas con él pero esta expongo un par de preguntas nada más, porque los sentimientos con Julio Jiménez, están aún frescos.