El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana sigue en la tesis de cumplir a rajatabla las indicaciones de cumplimiento del déficit y está explorando una vía de control del gasto: gestión externa del servicio de guarderías. Un hecho que se produce cuando este enero de 2023 Nueva Canarias ha debido paralizar la adjudicación externa del servicio de hamacas de Maspalomas por críticas del PSOE, el partido que tiene la Alcaldía. Desde abril de 2022 se está cocinando este proceso de las guarderías. Lo curioso es que las guarderías son competencia del PSOE y la concejal Clara Martel es sindicalista, afiliada a la UGT desde 1986 y miembro del comité de empresa de la que fue presidenta en el periodo de la aprobación del convenio vigente del Personal Laboral del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. Precisamente la UGT de Gustavo Santana en Las Palmas fue la que pidió anular el contrato de hamacas.
De momento, lo que hay es un contrato para crear un estudio de viabilidad para la "Concesión y Gestión del Servicio de Guarderías Infantiles Municipales" pertenecientes al Ayuntamiento de Bartolomé de Tirajana, a tramitar mediante procedimiento simplificado abreviado". El informe debe estar terminado para el mes de junio, es decir, después de las elecciones municipales de 2023. La idea local es "integrar la prestación objeto del contrato en un único lote se basa en el principio rector", según el texto que firma Esther Medina, jefe de servicio municipal, que ha seguido las instrucciones de las autoridades locales. ¿Qué se pretende? "la eficiente utilización de los fondos públicos y, que conlleva, buscar la mayor racionalización en la ejecución de las prestaciones".
Por ello, se espera la "integración de todos los servicios en un único lote, permitiría optimizar los recursos y mejorar la eficacia y eficiencia de los servicios" para el correcto funcionamiento de aquello "que se pretende conseguir con la celebración del contrato". El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana argumenta para externalizar el servicio en diferentes lotes "la existencia de diferentes dificultades técnicas" y defiende que "no va en perjuicio de la libre concurrencia sino al contrario, el considerarlo como una unidad de estudio lo hace viable y facilita un mayor número de ofertas".
