La empresa canaria de apartamentos Barbacan y controlada por capital europeo afronta 2023 con la mirada puesta en la recuperación del negocio a la vista de la nueva normalidad. La empresa que preside Bárbara Fransen debe reconducir de forma urgente sus cifras de negocio tras el desplome por el Covid19 en el sur de la isla de Gran Canaria. De vender una media de 7 millones de euros se vio facturando 1,8 millones de euros.
Canarias lideró el año pasado las pernoctaciones en apartamentos turísticos con un total de 24,2 millones, un 112% por ciento más que en 2021 aunque aún un 14,2% menos que en 2019, antes de la pandemia sanitaria, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las de residentes crecieron un 6,4% y las de los no residentes un 141%. Los viajeros no residentes, que representaron un 56,5% del total, realizaron el 67,4% de las pernoctaciones en apartamentos turísticos.
Barbacan, que goza de gran prestigio entre las 77 familias que dependen de esta sociedad además de proveedores (cobran con una media de pago de 25 días), mantiene el hilo caliente con la turoperación mayormente alemana con un ROE del 50,37% y alta solvencia, 12%. El problema de la inflación europea y el disparo de los precios de la energía genera precisamente una percepción de inseguridad porque los turistas compran cada vez con menor planificación.
La pandemia de Covid19 generó en Barbacan que el circulante de caja se quedara en -534.104 euros desde los 2.045.308 euros que tuvo antes de la pandemia. Sin embargo, el patrimonio neto de la empresa se ha duplicado desde los 18,8 millones a los casi 38 millones de euros. Hasta 573.210 clientes al año suelen elegir Barbacan en el sur de Gran Canaria.