La zona sur de Gran Canaria sufre actos de vandalismo de manera habitual, un hecho incívico que afecta a vecinos, turistas y al entorno del municipio de San Bartolomé de Tirajana
Los actos vandálicos han aumentado exponencialmente en Maspalomas en los últimos tiempos; un gran mal que afecta principalmente al mobiliario público, suponiendo un gasto para todos los ciudadanos y un perjuicio para el atractivo del municipio.
Desde asaltos a apartamentos destrozando el mobiliario hasta ataques indiscriminados contra los quioscos de Playa del Inglés, los ataques son varios y no responden a un perfil de vándalo en concreto. Muchos vecinos de la zona achacan esos actos al “turismo de borrachera”, mientras que otros habitantes de la zona afirman que la gran mayoría son jóvenes que vuelven de fiesta y “para hacer la gracia con amigos” realizan este tipo de actos, destrozando mobiliario público e incluso coches estacionados en la calle.
La preocupación aumenta ante la próxima celebración de las dos mayores fiestas de Maspalomas: El carnaval a partir del 9 de marzo y la Gay Pride la primera semana de mayo, dos fiestas de prestigio internacional, reuniendo a personas de multitud de países en las calles de Maspalomas y que, si bien suponen días de celebración en el municipio, también suelen suponer un foco de posibles conflictos y vandalismo, por lo que se precisará de un dispositivo de seguridad especial que, en el caso del carnaval, ya ha sido anunciado y se encargará de velar por el bienestar de los carnavaleros y los vecinos del municipio, evitando cualquier tipo de acto vandálico.