La serie, protagonizada por Miguel Benardeau y que se estrenará en Prime Video, es un ejemplo más de la apuesta que la industria audiovisual está haciendo en Canarias
El archipiélago canario se ha posicionado en lo últimos años como un lugar idílico para rodajes audiovisuales, tanto a nivel cinematográfico como publicitario. Si bien el archipiélago siempre se ha tenido en cuenta por la industria del cine por sus singulares paisajes y sus infraestructuras, ha sido en la última década donde se ha dado un gran paso adelante en este aspecto; tan solo en Gran Canaria, el pasado año se contabilizaron 148 rodajes audiovisuales y publicitarios, suponiendo una inversión de más de 100 millones de euros para la isla.
En este caso, la serie de el Zorro se grabó única y exclusivamente en la isla de Gran Canaria, en localizaciones como el Gabinete Literario, los Jardines de la Marquesa y Sioux City. La producción se distribuirá internacionalmente mediante la plataforma de streaming Prime Video y contará con la joven estrella española Miguel Bernardeau como protagonista. Hace unos meses se filtraron fotos de la reconocida actriz y cantante Jennifer López en un rodaje en el Gabinete Literario, en este caso para una producción de Netflix, otra de las grandes plataformas de streaming.
Pero, a pesar del boom actual que vive Canarias en el ámbito audiovisual, el atractivo de las islas ya atrajo a los grandes de Hollywood hace años; concretamente en la década de los 60, cuando Rachel Welch, reconocida actriz ganadora de un Globo de Oro y fallecida hace unos días, protagonizó la superproducción Hace un millón de años, una de sus películas más reconocidas y que fue rodada en Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote. Años antes, en 1954, John Huston eligió las costas de Gran Canaria para el rodaje de Moby Dick.
Canarias ha demostrado tener un gran pasado y presente en lo referente a la industria audiovisual, pero el futuro se prevé mejor aún. Hace unas semanas se confirmó la elección de Fuerteventura como emplazamiento para el estudio de cine más grande de Europa: Dreamland Studios, una construcción que ocupará 160.000 metros cuadrados y supondrá una inversión cercana a los 150 millones de euros, convirtiéndose así en uno de los proyectos más importantes del archipiélago en lo últimos tiempos y suponiendo un atractivo para el otro gran motor económico de las islas: el turismo.