El Juzgado de lo Mercantil número 1 de la capital grancanaria ha valorado a propuesta de los administradores concursales que el precio de venta de Anfi del Mar sea de 400 millones de euros. El administrador concursal externo Enrique Sirera Ebrí ha comenzado a mover piezas en el sector turístico para buscar comprador del grupo, al menos, en el 50% que tiene la familia Santana Cazorla.
El juez Alberto López Villarrubia aceptó la solicitud de administración de estas sociedades, realizada por Isla Marina, filial del Grupo Lopesan. La decisión se tomó sobre la base de que Anfi El Grupo no puede atender ni refinanciar deuda por importe de 56,6 millones de euros. Las familias que tienen semanas compradas en Anfi están generando presión para evitar que su inversión en time sharing salte por los aires.
Lopesan posee el 50% de las acciones de Anfi Sales y Anfi Resorts. La otra mitad pertenece a Santana Cazorla, quienes poseen la denominada acción de oro, lo que les otorga una posición preferente frente a Lopesan en diversas materias. Parece que al forzar el Anfi empresas en quiebra, Lopesan está cada vez más cerca de obtener el control total de Anfi. Por eso los hermanos que forman Santa Cazorla han debido llegar a las manos en los tribunales, como adelantó esta semana Maspalomas24H.
Un informe examinado por el tribunal describe la situación financiera de los dos Anfi empresas como "ideales", pero también reconoce que Anfi necesita nuevos créditos o refinanciación. Anfi no solo posee un negocio viable, sino que también posee grandes cantidades de inmuebles. Por lo tanto, se espera que el proceso de quiebra resulte en una recuperación del negocio y no en una liquidación total. Esto podría hacerse de varias formas, incluida la negociación de retrasos en los pagos, la deducción de créditos y el aumento del capital de la empresa.
