Geir Karlsen, CEO de Norwegian, ha dejado caer la posibilidad de reabrir sus bases en Canarias tras su marcha en 2021, lo que sería un gran estímulo para el crecimiento del mercado nórdico
El sector aeronáutico comienza a coger aire tras los duros años de la pandemia. Este crecimiento se ha evidenciado en movimientos como la compra de Air Europa por parte del grupo IAG o la adquisición de Binter de nuevas aeronaves y el anuncio de nuevas rutas directas desde el archipiélago.
Pero este crecimiento puede beneficiar a Canarias en su misión de recuperar tras la pandemia el flujo de turistas de uno de los mercados emisores de mayor calidad: el nórdico. Uno de los actores principales de esa recuperación es Norwegian, aerolínea noruega de bajo coste que gozó de gran prestigio en Europa, conectando incluso diversas ciudades europeas con América, un factor diferencial frente a otras compañías low cost.
Sin embargo, la aerolínea fue una de las grandes afectadas por la pandemia. La delicada situación económica que atravesó durante la crisis sanitaria le obligó a eliminar rutas, cerrar bases, despedir personal y casi lleva a la quiebra a una empresa que en menos de 4 años ha pasado por las manos de tres directores ejecutivos distintos. Uno de esos cierres de bases se produjo en Canarias, provocando el despido de casi 200 trabajadores.
Bajo el mandato de Geir Karlsen y sin restricciones sanitarias, parece que la aerolínea ha cogido aire y aspira a volver a ser lo que fue años atrás. Esa ambición ha llevado a la compañía a sopesar aumentar su actividad en la base de Barcelona, la cual ahora mismo solo opera en temporada alta, y a plantearse reabrir las de Canarias, en Tenerife Sur y Gran Canaria.
Karlsen ha destacado el buen funcionamiento del mercado español y la relevancia de contar con destinos de playa de cara al mercado nórdico. De concretarse, esta operación podría suponer la oferta de más de un centenar de puestos de trabajo en las islas.