La ciudad en la que se decide lo que pasa en el turismo del sur de Gran Canaria se ha quedado sin bandera azul en la playa de Las Canteras y los medios de la capital grancanaria han relativizado esa derrota ante Maspalomas, que la ha recuperado. La playa de Sardina en Gáldar, que tiene el histórico puerto robado por los hermanos León y Castillo para llevárselo a Las Palmas, tiene, como Mónaco, bandera azul. Las Canteras, como Malabo en Guinea Ecuatorial, no. Hasta en Villa Cisneros en el sur de Marruecos hay bandera azul en una de sus playas.

Las terminales mediáticas que mandan en Las Palmas inmediatamente no han querido meter fuego como sí hicieron el 2022 cuando Maspalomas perdió la bandera azul: ríos de tinta achacando problemas en el sur de Gran Canaria para mezclarlo todo con centros comerciales abandonados y el problema de los apartamenteros del norte. En Las Palmas se escudan a que fue un vertido aislado de la calle Tenerife cuando, en realidad, es porque la playa de Las Palmas es caótica con sus terrazas italianas y el sistema de drenaje echa porquerías sin tino al mar.

Por segunda vez en treinta y cuatro años, Las Canteras ha perdido su bandera azul, la cual reconoce la excelencia de sus aguas y sus servicios. El jurado de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), entidad encargada de conceder las distinciones, ha determinado que el arenal más icónico de la isla no cumple con los requisitos de calidad, siendo "buena", pero no "excelente". Desde 1989 la playa de Las Canteras mantiene la bandera azul como distintivo de calidad internacional, tan solo en el 2010 se quedó sin su distintivo ondeando, año en el que el  Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no presentó la solicitud, pues otro episodio de contaminación fecal empaña "su excelencia" y nunca se llegó a esclarecer las causas.