¿Qué ha pasado con Panadería Maspalomas después de 40 años de operaciones en el sur de Gran Canaria? Miles de vecinos han seguido con mucha tristeza esta noticia a través de las redes. Mucho minimercado en complejos turísticos con venta de pan congelado calentado ha acabado con un negocio familiar. La calidad ha perdido frente a la cantidad. Las familias están arruinadas por el aumento del IPC de los alimentos hasta el 15,4% interanual supone un sobrecoste anual de 860 euros en la cesta de la compra. Las mayores subidas interanuales afectan al azúcar (52,1%), la mantequilla (38,2%), la leche entera (33,4%), el aceite de girasol (32,1%), el aceite de oliva (30,5%), los productos de panadería (28,2%), las harinas (28,1%), los huevos (27,2%), a los yogures (26,7%), al queso (20,5%) o al arroz (19,6%)
El pan es uno de los alimentos básicos en la cultura occidental. Desayunos, comidas, meriendas o cenas, el pan no suele faltar en las mesas de los españoles. Pese a que cada vez se consume menos cantidad de pan, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cifra su consumo en 94 gramos por grancanario y día, lo cierto es que la amplia oferta de panes en los establecimientos comerciales ha dinamitado a Panadería Maspalomas.
En el sur de Gran Canaria la competencia más dura viene de las tiendas de descuento duro. El supermercado que mejor pan vende es Lidl, según el estudio de la OCU, un 55% de los clientes son habituales de la cadena alemana gracias al pan que venden. En cuanto a la segunda posición, Mercadona ocupa el segundo lugar del podio con el 52% de la clientela.
























