El panorama político tiene sus ojos puestos en Extremadura estos últimos días. El motivo no es otro que el tortuoso proceso de pacto que se vive entre el Partido Popular y VOX, con diferentes posturas y declaraciones por parte de sus líderes, lo cual ha complicado el posible acuerdo hasta el punto de que se pueda llegar a repetir el proceso electoral en la comunidad.

Desde la cúpula nacional del PP siguen muy de cerca este proceso, más aún teniendo en cuenta que nos encontramos a justo un mes de las elecciones generales convocadas por Pedro Sánchez hace unas semanas. Es por ello que los de Feijóo han salido al paso para defender los intereses del partido y evitar que la polémica en Extremadura se extienda y pueda suponer una pérdida de votos de cara a las elecciones del 23 de julio.

Una de las estrategias que ha usado el Partido Popular es la de poner en valor los pactos que han alcanzado con otras formaciones para dejar claro que VOX no es una pieza fundamental en su proyecto para gobernar tanto a nivel regional como nacional. Esa estrategia ha llevado a los populares a usar la situación del archipiélago canario, donde Manuel Domínguez alcanzó en tiempo récord un acuerdo con Coalición Canaria que permitió a los de Génova asegurar la vicepresidencia del Gobierno de Canarias y derrocar así el “Pacto de las Flores”.

La cara visible de esta estrategia ha sido Borja Sémper, portavoz del Partido Popular que ya hace unas semanas justificó el pacto alcanzado en el archipiélago como la opción más estable ante la negativa por parte del resto de fuerzas políticas de que gobierne la lista más votada. En sus recientes apariciones televisivas, Sémper ha señalado en múltiples ocasiones la rapidez y el nulo conflicto que hubo entre ellos y Coalición Canaria para alcanzar un pacto de gobierno en el archipiélago, asegurando que es una muestra de la capacidad de los populares para establecer acuerdos transversales y no depender de un solo socio de gobierno (en referencia a VOX) si no alcanzan la mayoría absoluta en las urnas.