El pasado sábado un taxista en Lanzarote recibió una brutal paliza a altas horas de la madrugada
Con la llegada del verano aumenta el uso de transportes como los taxis y los VTC, con la novedad este año de la llegada de Uber al archipiélago canario. Las salidas de fiestas, conciertos y festivales demandan un gran flujo de este tipo de transportes, pero también suponen un riesgo para los conductores debido a la tensión que se suele vivir en esas situaciones y el uso de alcohol u otras sustancias.
El pasado 22 de junio, en Fuengirola, un conductor de VTC fue brutalmente asesinado a manos de un pasajero tras una trifulca. El suceso conmocionó a los vecinos y al sector del transporte de pasajeros, que ha mostrado sus respetos al compañero fallecido y ha hecho pública la preocupación de los conductores ante la desprotección a la que se ven expuestos en los servicios nocturnos.
Solo dos días después de este trágico suceso, la noche del 24 de junio, un taxista en el municipio de San Bartolomé, en Lanzarote, recibió una paliza a altas horas de la madrugada en las inmediaciones del Centro Comercial Deiland. Los hechos fueron grabados en vídeo y han vuelto a poner en el foco mediático este grave problema de seguridad al que se enfrentan en el sector del taxi y los VTC.