La eléctrica alemana RWE ha pedido a Madrid licencia de operaciones para producir eólica marina con alto grado de afección en Playa del Inglés (desde Juan Grande). Se trata de un espacio que hasta ahora había escapado a las presiones de la burbuja de las renovables. Mientras el capital alemán domina el segmento de turismo familiar, una eléctrica alemana pide explotar el viento offshore. Los papeles están en el Ejecutivo central a disposición de quien quiera presentar alegaciones.
Una fuente de RWE señala que la eléctric "es consciente del interés del Estado por desarrollar la energía eólica marina y del esfuerzo que está realizando para crear las bases necesarias para poner en marcha proyectos eólicos marinos a escala comercial en aguas nacionales" y que los "espacios o zonas principales para el desarrollo de la eólica marina en España" pasan por Canarias.
Lo que ha pedido RWE es licencia para el Parque Eólico Marino “Drago”, en aguas del sur de Gran Canaria, que pretende concurrir a la subasta de energía que en breve convocará el Gobierno, y aportar 260MW de potencia eólica a la isla. En línea con los más altos estándares medioambientales y de protección del medio y la biodiversidad, RWE ha presentado al Ministerio para la Transición Ecológica y el reto demográfico, el correspondiente Documento Inicial de Proyecto, DIP, en el cual se describen las principales características y medidas encaminadas a compatibilizar el parque eólico marino con el medio natural y socioeconómico de Gran Canaria.
A este proyecto seguirán otros en las diversas áreas delimitadas por la Administración española para el desarrollo de la energía eólica marina en el Mediterráneo catalán y andaluz, y en Galicia en el Atlántico y Cantábrico. RWE pretende estar presente y concurrir a los procesos de subasta que permitirán desarrollar esta energía.























