Los medianeros de grandes empresas promotoras de eólica que tienen sus despachos en Las Palmas pidieron este miércoles a los ingenieros y empresas de grúas que tienen una mina montando molinos en el sur de la isla que no se atrevan a dar acceso a sus instalaciones a los vecinos del sur de la isla de Gran Canaria que han sacado a sus familias a protestar por los problemas de salud que provocan. Los vecinos del sur de Gran Canaria quieren que la adopción de estas medidas por empresas financieras y promotoras peninsulares sean más racionales a la hora de establecer sus dispositivos porque están dañando con el polvo que levantan en su cimentación y movimiento de tierras a propiedades y calidad de vida. 

Los vecinos viven atrapados en sus casas para evitar estar todo el día limpiando y con problemas respiratorios en Castillo del Romeral, El Matorral, Juan Grande, Las Salinas, Aldea Blanca, Kilómetro 40, Los Rodeos Bajo y Agadir. La secretaria general de la asociación Amurga, Ana Demetrio, ya ha comenzado a preparar movilizaciones de cara a la World Travel Market de Londres de noviembre, es decir, en la feria de turismo británica con estudiantes canarios que allí residen. La dirigente vecinal, una histórica luchadora en favor de la democracia en el sur de la isla, ahora se ve enredada precisamente cuando a pocos metros de su casa tiene una central de ciclo combinado de Endesa, es decir, soportar infraestructuras derivadas de la demanda intensiva de energía para el sur grancanario.

Los aerogeneradores, al igual que el resto de estructuras altas, proyectan una sombra en las áreas vecinas cuando el sol esté visible. Si se vive cerca de un aerogenerador es posible que los vecinos se vean molestados si las palas del rotor cortan la luz solar, causando un efecto de parpadeo cuando el rotor está en movimiento.