La gran extensión del sur y sureste de Gran Canaria que fue escenario de grandes batallas durante la conquista no siempre estuvo partida en dos municipios como hoy en día
Tirajana, esa amplia comarca en la zona sur de Gran Canaria, con una morfología compleja que incluye una gran depresión conocida como la Caldera de Tirajana fue muy diferente a nivel territorial de lo que es hoy en día. En la antigüedad, esta vasta región tenía límites bien definidos: al norte, la cumbre de Tejeda; al este, el Señorío episcopal de Agüimes; al sur, el mar; y al oeste, el territorio de Mogán. Sin embargo, en el siglo XIX, esta extensa comarca se dividió en dos municipios: San Bartolomé y Santa Lucía, ambos con el apellido de Tirajana, siendo el primero el de mayor extensión en toda la isla y manteniendo esta delimitación hasta la actualidad.
La región de Tirajana está repleta de topónimos que llevan su nombre, como la Caldera de Tirajana, una inmensa depresión de unos 35 km² formada por sucesivos procesos vulcanológicos a lo largo de millones de años. Otros lugares emblemáticos son el Barranco de Tirajana, que se extiende desde la región de Taidía hasta el mar, separando los municipios de Santa Lucía y San Bartolomé de Tirajana.
Históricamente, la región de las Tirajanas fue una de las zonas más aisladas de Gran Canaria debido a su terreno abrupto y a las dificultades de comunicación con el resto de la isla, especialmente con la capital. Viajeros del pasado relatan las dificultades y los peligros de adentrarse en este territorio, donde caminos y veredas cruzaban precipicios sin protección. A pesar de su aislamiento, Tirajana fue una región habitada y practicada por los aborígenes canarios, y su rica historia se refleja en los restos arqueológicos y nombres de lugares que perviven hasta hoy.
El origen del nombre Tirajana ha sido objeto de debate y especulación. Se han propuesto varias interpretaciones, desde una posible relación con un término en bereber que significa "todo valle, grande o pequeño, con o sin agua", hasta leyendas locales que lo asocian con un gigante y su hija giganta que arrojaban piedras a los conquistadores españoles. Aunque aún no se ha esclarecido su etimología definitiva, el nombre Tirajana evoca un paisaje histórico de contrastes, una tierra marcada por la geología, la cultura aborigen y la conquista española.
Hoy en día, Tirajana sigue siendo una región de gran interés para los estudiosos de la historia y la arqueología canarias, y una visita a esta tierra de paisajes imponentes es una oportunidad para conectar con el pasado y la naturaleza única de Gran Canaria.






























