Pedro Sánchez llegará en estos días a la residencia presidencial de La Mareta en medio de un escenario político nada claro para descansar y reflexionar en el archipiélago tras el resultado de las generales
Pedro Sánchez y su familia preparan ya su llegada a Lanzarote para disfrutar de su habitual descanso veraniego en la residencia presidencial de La Mareta. Un descanso veraniego muy distinto al que acostumbra el actual Presidente en funciones, ya que no ha pasado ni una semana desde la celebración de elecciones generales. Unos comicios cuyos resultados aún no se han digerido del todo, bien sea por la sorpresa de muchos tras el recuento electoral o por el hartazgo de los españoles de haber vivido prácticamente cuatro meses consecutivos de campaña electoral.
Y es que no es para menos que muchos se hayan sorprendido por los resultados; todas las encuestas daban por seguro que el bloque de derechas, con PP y VOX a la cabeza, lograría una mayoría holgada para poder gobernar pero, tras un acusado bajón de VOX y unos resultados que dejaron al Partido Popular como ganador de las elecciones pero con menos escaños de los esperados, la alegría se apoderó de la sede socialista en la calle Ferraz, donde los números encajaban para volver a gobernar... aunque duró poco tiempo ya que el Voto Exterior ha cambiado la suma a favor del PP.
Entre ese recuento de posibles apoyos ha aparecido un nombre que ha inquietado a muchos: Puigdemont. Con el recuerdo de la campaña y los reproches a Sánchez por recibir el apoyo de Bildu durante su legislatura (origen del lema viral que adoptó cierto sector de la derecha “Que te vote Txapote”), el nombre del líder catalán se pone sobre la mesa como posible apoyo para la investidura del líder socialista. Sin embargo, en las últimas horas desde Junts han dejado claro que “escucharán la mejor oferta”.
De esta manera, tras un par de días donde los líderes de las dos principales fuerzas políticas han estado intentando cuadrar pactos y apoyos que le permitan llegar a la Moncloa, Sánchez desconectará unos días en el archipiélago junto a su familia, aunque, muy posiblemente mientras disfrute del clima y los paisajes del archipiélago, siga encajando números y bloques de cara a una posible investidura que determinará el futuro del país durante los cuatro años.