El terremoto tuvo una magnitud de 6,8 y su epicentro se ubicó en una pequeña población a unos 70 kilómetros de la ciudad de Marrakesh, Marruecos.  El temblor sucedió a una profundidad de aproximadamente 20 kilómetros. La profundidad puede influir en la intensidad y los efectos del terremoto en la superficie.

El sismo se sintió en varias ciudades, incluyendo Marrakesh y la capital, Rabat. Las personas abandonaron rápidamente los edificios por temor a nuevos movimientos de tierra o daños estructurales.

Los Medios de información dieron la noticia sobre destrozos y heridos en Marrakech con la caída de edificios y paredes. Los residentes de Marrakech vieron ambulancias saliendo del casco antiguo y muchas fachadas de edificios dañadas. La gente permanecía fuera de sus casas por temor a otro terremoto, lo que es una respuesta común después de los movimientos sísmicos.

Durante la noche 112 Canarias registró 4 llamadas localizadas en Telde y Las Palmas de Gran Canaria en las que se comunicaba que habían sentido un temblor. 

La Dirección General de Protección Civil de España ha activado los mecanismos de apoyo internacional y puesto en prealerta los equipos de Búsqueda y Rescate para poder dar una respuesta inmediata en el caso de que Marruecos solicite ayuda. Los primeros equipos españoles podrían desplegarse en horas.