Es la típica historia de muchas cosas que pasan en el sur de Gran Canaria: llegan unos foráneos tratando de buena voluntad a los insulares como si fuera la Conquista en 1478 y trayendo espejos a cambio de oro. Pero con la diferencia de que en 1478 quien iba al frente era Juan Rejón, o sea, alguien con nombre, apellidos y poder. La fatídica p
Puedes registrarte gratuitamente en la pestaña superior. Si ya estás registrado por favor INICIA SESIÓN para ver este contenido completo.