Nadie del sur de Gran Canaria quiere ir a la entrega de medallas o diplomas. Se trata de una de las obras maestras de ingeniería financiera de esas que se hacen en Las Palmas y, de forma misteriosa, cuando se queman en la capital, aparecen en el sur de la isla por arte de algún funcionario. Es el GC Marathon que Maspalomas no quiere ni en pintas. La decadente carrera de Las Palmas en el sur es la última herencia deportiva, al menos que se sepa, que debe asumir el sur de la isla este 2023. 

En Las Palmas ya han dictado sentencia: que muera por inútil. Uno de los que denunciaba la ineficacia de la prueba era el hoy alcalde Marco Aurelio Pérez, porque la prueba cuesta un dineral. La prueba no ha logrado resultados alguno en promoción y apenas tiene tirón entre la población local, que siempre forma parte del cartón piedra de este tipo de asuntos importados. La cosa de Las Palmas en Maspalomas tiene como fecha el 18 de noviembre y este 2023 volverá a ser un auténtico fracaso. Hay maratón de Nueva York el 5 de noviembre y otro en San Sebastián este mismo mes. 

Este octubre ha aparecido el penúltimo a sumarse al experimento. Manuel Afonso, director territorial de CaixaBank en Canarias, ha renovado el patrocinio de la prueba con una Mini Marathon que se disputa como antesala de este evento deportivo en el sur de la isla. El observatorio de la promoción turística del sur de Gran Canaria no sale de su asombro. Es para "potenciar así la presencia de corredores en edad escolar en lo que va a ser una gran fiesta del atletismo canario". Ya no hay impacto turístico. Como es en Las Palmas ya que Maspalomas pinta poco, la inscripción para este CaixaBank Mini Marathon tendrá retirada de dorsales y camisetas se podrá realizar en una tienda en un centro comercial de Las Palmas. En el Expomeloneras se podrá recoger los elementos dinámicos de la carrera.