Corporación Masaveu y la brasileña Votoratim, dueños de la cementera que está en Santa Águeda, dieron este jueves instrucciones a sus directivos de mantener silencio sobre el proceso de cierre que Puertos Canarios espera ejecutar antes de diciembre de 2023 al puerto para operaciones industriales. Esto impedirá la llegada de ingredientes para el cemento y, por tanto, el cese paulatino de la actividad. La empresa no quiere enfrentamientos porque tiene claro que va a usar esa parcela para desarrollar un hotel, en principio, bajo el paraguas de Iberostar.
La reacción de los dueños de la empresa se debe a que ha entrado un sindicato nacionalista canario en la escena apoyando a los trabajadores y eso no estaba previsto. "No eran empleados de Ceisa, eran empleados o gente que estaba fuera de su turno de trabajo, mayormente de subcontratas, pero la cementera no tiene por qué estar en esas cosas y no lo está", dijo una fuente de la mercantil.
Este jueves el director de Puertos Canarios dijo que los directivos en las islas están moviendo el expediente en los juzgados porque lo que buscan es conseguir que los juzgados le den el motivo de fondo, piensan que por el hecho de tener una concesión minera ya tienen derecho a tener una nueva concesión de Puertos". A su juicio, la ocupación portuaria "ahora pasa a una situación de precario y ahora en situación precario quiere decir que en cualquier momento la administración como consecuencia de lo que digan los tribunales pues podrá exigir su retirada, esto lo que hace es que aleja más a Ceisa de la expectativa de una nueva concesión".