En Las Palmas ha sido un fracaso y generado turismofobia pero Bruselas manda dinero y los técnicos aprovechan todo. Las autoridades municipales de San Bartolomé de Tirajana han lanzado este mes de noviembre un mecanismo para captar nómadas digitales, es decir, gente europea que trabaje en remoto desde el sur de Gran Canaria y no pague impuestos; pero generan ocupación. Son pobres que dan vueltas por el mundo aparentando que tienen un estilo de vida no convencional.
Para ello, va a pagar con cargo a fondos europeos una "campaña de promoción" de San Bartolomé de Tirajana "como espacio para el sentamiento permanente o temporal de nómadas digitales, mediante la identificación de las necesidades de este colectivo y la implementación de las acciones para generar un espacio de acogida atractivo, funcional y competitivo en el ámbito internacional". Implementar es contratar a alguna asociación de promoción de este producto que en Las Palmas nadie quiere porque encarece el precio de las viviendas.
En toda la palabrería que lleva la idea de Interreg se señala la tesis de "generar un ecosistema" de "iniciativas empresariales digitales, apoyen la condición de San Bartolomé de Tirajana como Smart city, generen diversificación empresarial, empleo de calidad y un entorno más resiliente a los ciclos económicos".
Todo esto va a un plan con dinero de Bruselas en "el proyecto Territorios inteligentes para la mejora de la competitividad digital" de las empresas y emprendedores del Espacio Mac, identificado por el acrónimo SMART-ECO y código MAC2/2.3d/358, perteneciente al Programa de Cooperación Territorial INTERREG V A España - Portugal, contemplado en la 2ª convocatoria MAC 2014-2020.



























