Hay una alta presencia de suecos en el sur de Gran Canaria este diciembre de 2023 pero este año andan un poco rácanos con propinas y gasto en el pequeño comercio. En el país nórdico los préstamos bancarios representaron alrededor de dos tercios del endeudamiento de las familias y los suecos están tristes aunque se encuentren de vacaciones en Maspalomas o sus zonas de influencia como San Agustín. Y es que el aumento de los tipos de interés y el exceso de deuda están pesando sobre las empresas inmobiliarias comerciales de Suecia, convirtiéndolas en la mayor amenaza para la estabilidad financiera.
Durante la crisis financiera de 2008, Suecia garantizó deudas bancarias y ofreció préstamos subsidiados para mantener el flujo de crédito. Durante la pandemia, el banco central compró deuda pública y privada y el gobierno pagó algunos salarios a los empleados, otorgó a las empresas exenciones fiscales temporales y ofreció garantías de crédito a las aerolíneas. El organismo de control financiero podría reducir los límites mínimos de ponderación de riesgo de los bancos para la exposición al sector inmobiliario comercial, actualmente en el 35%, o reducir los colchones anticíclicos que ahora se sitúan en el 2% de los activos ponderados por riesgo.
El efecto total de los recientes aumentos de tasas aún no se ha sentido y las autoridades han dicho a los bancos suecos que retengan capital en caso de que la situación se deteriore y los préstamos se vuelvan amargos. Las preocupaciones sobre el sector han afectado a la moneda de la corona y los inversores extranjeros han reducido sus tenencias de activos suecos.
Después de una crisis bancaria en los años 90 en Suecia, también causada por el sector inmobiliario comercial, la economía se contrajo tres años seguidos y dos bancos fueron nacionalizados. Muchas empresas de bienes raíces comerciales se endeudaron demasiado cuando las tasas eran bajas y están luchando con costos de interés más altos y refinanciación después de ocho aumentos de tasas por parte del banco central desde la primavera de 2022.
La economía se está desacelerando, el valor de las propiedades está cayendo y las desocupaciones aumentarán. Las autoridades dicen que los problemas se limitan a unas pocas empresas, pero han advertido que una venta forzosa de activos por parte de una de ellas podría afectar las valoraciones en todo el sector. La propiedad cruzada podría empeorar los problemas.
Los préstamos a empresas inmobiliarias representan en promedio alrededor del 16% de los préstamos bancarios. Handelsbanken tiene la mayor exposición al sector inmobiliario comercial sueco, seguido por Swedbank, SEB y Nordea, según cifras de SEB. Incluyendo las hipotecas a hogares -muchos de los cuales también están luchando con pagos más altos-, el mercado inmobiliario representa más del 60% de los préstamos bancarios. Según el Riksbank, los mayores tenedores de deuda inmobiliaria comercial son los inversores extranjeros, seguidos por los fondos suecos, los fondos de pensiones y las compañías de seguros.
