Un Airbus A320neo de SAS quedó el pasado fin de semana en tierra para inspección en Gran Canaria tras un aterrizaje forzoso con viento en el aeropuerto de Funchal, Madeira. La opción de llevar el vuelo a Gran Canaria ha sido para hacerle mantenimiento a efectos preventivos. La aeronave también parecía tener una pérdida del compresor durante la maniobra de aterrizaje. La aerolínea confirmó que un problema en el motor fue el motivo del desvío preventivo a Gran Canaria, donde hay mejores instalaciones de mantenimiento.

La decisión se produce justo cuando en Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación informó el sábado de que ordenará la inmovilización temporal de determinados aviones Boeing 737 MAX 9, después de que el viernes un vuelo de Alaska Airlines se viera obligado a realizar un aterrizaje de emergencia tras la pérdida de parte del fuselaje. La agencia está exigiendo inspecciones inmediatas de ciertos aviones antes de que puedan volver a volar. La orden afecta a 171 aviones en todo el mundo.