Los turistas que pasan sus vacaciones en el sur de Gran Canaria han vuelto un año más a disparar las ventas de flores en los hoteles por encargo en las recepciones de los complejos y en las farmacias por ir a comprar Viagra, según constató una redactora de Maspalomas24H en Playa del Inglés y Meloneras este miércoles. La celebración de San Valentín es una de las más seguidas a nivel mundial. Los bombones, cenas especiales y flores en zonas turísticas se completan con momentos de intimidad de las parejas. "Incluso antes de llegar al hotel nos piden ya reserva de flores, esto ha sido un ajetreo tremendo", explicó un recepcionista de un hotel de Lopesan en Meloneras. "Nosotros siempre tenemos previsto todo tipo de detalles porque la calidad en el destino va mucho en estas cosas", afirma un técnico de promoción del sector.

Las ventas entre turistas de fármacos contra la disfunción eréctil se duplican. "Ya estamos acostumbradas a servir estas cosas por este periodo", dijo una técnico de una farmacia de Playa del Inglés. La conocida Viagra es uno de los medicamentos más consumidos en el planeta para evitar los problemas sexuales de los hombres, y durante los días de celebración de "los enamorados, las ventas aumentan considerablemente", dijo una titular de farmacia de San Agustín, que añadió: "los canarios vienen poco". Sobre el perfil de clientela la misma profesional señala que "en términos de prevalencia atendemos mayormente gente extranjera, aproximadamente la mitad de las personas de 60 años y alrededor de dos tercios de 70 años".

Según las cifras de distribución de las farmacias, las ventas de Viagra y Cialis, los principales medicamentos para la impotencia, aumentan sus cifras hasta máximos anuales. La disfunción eréctil afecta a más de 30 millones de hombres sólo en EEUU, según datos del National Institutes of Health. Entre sus principales causas están el estrés y el temor a no cumplir con las expectativas de la pareja. Es por este motivo que muchos hombres deciden durante estas fechas consumir este tipo de productos, por temor a que sus parejas se rompan o sean rechazados.