Suecia es uno de los principales mercados del sur de Gran Canaria y cuando allí se estornuda en Maspalomas se padece una pulmonía. El mercado nórdico es fundamental para el equilibrio de las cuentas de las empresas de zonas como San Agustín, Maspalomas y Playa del Inglés. Gran Canaria es el destino favorito de los suecos en Canarias: son los segundos turistas que más pernoctan en Gran Canaria con una estancia media de 9,1 días en 2022. El turismo sueco genera un importante impacto económico en Gran Canaria: Se estima que en 2022 los turistas suecos gastaron más de 450 millones de euros en la isla. Este sector crea empleo y riqueza: Se estima que el turismo nórdico genera alrededor de 12.000 empleos en Gran Canaria. 

El número de impagos, que tiende a fluctuar estacionalmente, aumentó un 62% respecto al año anterior a 902 el mes pasado, según datos compilados por la empresa de referencia crediticia Creditsafe. El mayor aumento se registró entre hoteles y restaurantes, seguidos de consultoras y empresas del sector de la construcción. Las quiebras suecas aumentaron en febrero al nivel más alto para ese mes en tres décadas, mientras la construcción de viviendas se paralizó y los restaurantes enfrentan una menor demanda en medio de precios crecientes y costos de endeudamiento.

Pero vienen detalles positivos. El movimiento 'flyskam' contra los vuelos en avión a efectos de ocio despegó en Suecia en 2018 como reacción a la huella de carbono del sector de la aviación. La aviación es un motor esencial para la economía en Gran Canaria y, obviamente, también en Suecia. Este marzo el ministro de Infraestructura de Suecia, Andreas Carlson, ha declarado el fin del movimiento flyskam que comenzó en Suecia. Sugiere que ya no es relevante a la luz de la adopción de tecnologías más sostenibles por parte de la industria aérea.