La reordenación del negocio del turismo y las participadas han generado que la matriz de Lopesan ingrese en 2020 lo que no ha estado escrito en años o en sus ya 50 años de historia. Pero la procesión va por dentro: es una facturación que en 2021 volverá al cauce de la normalidad. En 2020 la matriz Hijos de Francisco López Sánchez (de la que cuelga Invertur Helsan) facturó la curiosa cifra: 195.195.195 euros ante los 43.846.185 euros de 2019. De acuerdo con los datos del registro mercantil de Las Palmas el grupo se estructura en España con 45 sociedades.
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El dinero circulante en la cuentas de la matriz de Lopesan se ubicó con un Ebitda de 185.710.508 euros ante los 35.524.529 euros. Y, así, no es de extrañar que el resultado de explotación de la empresa llegase a los 184.616.603 euros ante los 34.150.170 euros de 2019. En activos Lopesan es un caballo desbocado: 883, millones de euros ante los 487 millones de 2019. En el complicado año del Covid 19 el ROE se situó en 24,29 % y el ROA en un 20,89 %. La maquinaria financiera de la empresa líder en turismo de Canarias sale de la crisis del Covid19 con un patrimonio neto de 725,2 millones de euros ante los 376,6 millones de euros. La deuda a largo plazo es irrisoria para las cifras que se están tratando hasta el punto que es de 18,5 millones de euros ante los 19,6 millones de 2019.
De cara a 2022 la empresa se enfrenta a retos. José Alba, consejero comercial de Lopesan, dijo este noviembre en Cope que el problema logístico que se está experimentando a nivel mundial debido a la reactivación de la economía y la crisis en el transporte está haciendo peligrar el abastecimiento de materias primas y algunos productos en determinadas zonas. Algunos importadores comentaban ya que las empresas que no sean previsoras podrían quedar desabastecidas de cara a la Navidad y el turismo no está exento de este problema. Los hoteleros canarios se han mostrado preocupados por esta problemática. Insisten en que las dificultades que se viven a nivel mundial en el aumento de la inflación extraordinario y en la tardanza en el reparto y transporte de materias primas también influye en el sector aeronáutico. “Los aviones van al calor del que mejor les pague y a día de hoy los mercados que mejor están pagando no son los europeos”, advierte






















