Jueves, 23 de Octubre de 2025
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TURISMORusia-NATO: aseguradoras no cubrirán anulaciones de turistas en Maspalomas si hay guerra

Rusia-NATO: aseguradoras no cubrirán anulaciones de turistas en Maspalomas si hay guerra

MASPALOMAS24H Martes, 26 de Marzo de 2024

Si Vladimir Putin decide que la operación militar especial debe pasar a estado de guerra porque se oficializa que la OTAN está formalmente apoyando a Ucrania, cuestión que tiene una connotaciones jurídicas muy importantes, significará que España entra en guerra porque forma parte de la OTAN. ¿Quién se atreve a dejar sus propiedades en un estado de guerra? Las pérdidas por las anulaciones de turistas que tengan contratados planes vacacionales en el sur de Gran Canaria se las comerán hoteleros y turoperadores.En Canarias nadie quiere pensar en caso de una guerra en Europa pero de llegarse a este extremo, que depende de algo tan nimio como un copo de nieve sobre una bola gigantesca, tendría implicaciones sin cobertura de Ertes como en el Covid19 y una paralización total de la industria aérea. El coronel Pedro Baños dijo el pasado fin de semana en Youtube que "la guerra está ahí". En Canarias están como con el Brexit: esperando a que se produzca para prever medidas a posteriori. "De momento Ucrania está atacando a refinerías generando un aumento del precio del petróleo", dijo Baños.

La cobertura de los riesgos de guerra está muy limitada al ámbito del transporte internacional. La mayoría de pólizas en todos los países excluyen por defecto los daños causados por un conflicto bélico, pues son potencialmente demasiado grandes para poder asegurarlos. En este artículo te contamos cómo cambió el riesgo de guerra para el seguro en vísperas de la II Guerra Mundial. Es la primera vez que Canarias es testigo de una posible guerra mundial siendo el turismo su principal industria dado que antes era la agricultura intensiva. La cláusula de exclusión de guerra se generalizó internacionalmente, y se estableció como base legal la premisa de que la destrucción bélica no podía ser responsabilidad de las aseguradoras. Durante décadas, las mayores dificultades para los seguros con estos riesgos han surgido en los supuestos en que no se puede establecer con claridad la autoría de un poder militar enemigo, o que los daños sean consecuencia del conflicto. Los tribunales han sido en este tiempo los responsables de dirimir un buen número de complejas disputas al respecto, muchas de ellas de empresas multinacionales que habían sufrido pérdidas en países en guerra.


De entrada la póliza de seguros de los turistas que decidan viajar se incrementa notablemente porque las compañías aseguradoras no pueden comprometerse a proteger tu viaje de forma completa. El seguro de viaje que elija debe ser válido en Canarias, que está integrada en la OTAN. Puede darse el caso de que la póliza cubra la mayor parte de los países, pero exista una exclusión en una zona muy concreta o puede ser que solo sea alguna cobertura determinada la que quede invalidada en un punto. Todos estos detalles están recogidos en la póliza, revísala al detalle.

Como la finalidad del viaje sería por vacaciones las coberturas, servicios y asistencias deben responder a tus necesidades concretas que no serán las mismas, si vas de viaje por placer que si vas por negocio. Si Alemania o Reino Unido establecen en sus recomendaciones institucionales matices por viajar por razones de turismo es imprescindible que el turista se informe siempre de forma concreta y segura de requisitos y obligaciones que impone a sus visitantes.

El siglo XX fue el periodo en el que se expandió y consolidó el seguro, que comenzó a ser uno de los elementos básicos de infinidad de sectores de la economía. Pero fue, sobre todo, una época de grandes cambios políticos que dieron lugar a las mayores guerras que había presenciado la humanidad. En el difícil contexto de la primera mitad de siglo, las compañías de seguros, que habían experimentado un notable crecimiento ofreciendo protección frente a los riesgos de personas y empresas, se encontraron en la encrucijada de qué hacer cuando uno de ellos era potencialmente tan destructivo.

Los riesgos de guerra siguen presentes a día de hoy en el sector asegurador de marine (el transporte internacional, que incluye barcos, mercancías, aviones…). En estas líneas de negocio, la contratación de coberturas para conflictos bélicos es habitual, aunque en ocasiones con entidades especializadas como GAREX, un consorcio de riesgos de guerra del que MAPFRE forma parte. Se trata de pólizas o coberturas con sus propias condiciones, reglas y usos, y cuando estalla un conflicto, las primas para ciertas zonas pueden dispararse, según apuntan profesionales del ramo.

El resto de ramos del sector, no obstante, dejó de trabajar con coberturas de guerra hace décadas. En los años 30 del siglo pasado, los grandes riesgos como el de guerra se cubrían principalmente desde Londres, donde ya operaban las grandes compañías de un mercado que en otras muchas latitudes aún era solo incipiente. En 1938, las aseguradoras del mercado londinense, que ya habían ido adoptando medidas en este sentido, acordaron una cláusula estándar de exclusión de guerra para el negocio de no marine. La lógica, presente hasta nuestros días, era que los riesgos derivados de un conflicto armado son simplemente demasiado grandes como para poder cubrirlos. La fecha de 1938 no es casual. Europa se encontraba en un momento crítico, con un militarismo en escalada que desembocaría el año siguiente en la Segunda Guerra Mundial. Fue este fenómeno, que ya tenía antecedentes en otros países, el que llevó a ampliar las exclusiones de los seguros.

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