¿Tanto les cuesta aprender del éxito Teodoro Sosa en Gáldar que ha juntado a todas las grandes superficies juntas para que no canibalicen al pequeño comercio? Lo que en Las Palmas la prensa llama centro comercial es un hipermercado realmente en el antiguo edificio de Viajes Insular, al lado del edificio de Sea Side Hotels, por una empresa de alimentación Lanzarote en la zona donde está la calle Alcalde Enrique Jorge. En Las Palmas parece que quieren contaminar al sur de la isla de su desastre de estructura comercial generando daño irreparable al pequeño comercio. ¿O es que un hipermercado viene a vender a un turista que viene con TUI por espacio de una semana?
En Tirajana hay 200 tiendas de alimentación, incluyendo supermercados, tiendas de comestibles, carnicerías, panaderías y fruterías en San Bartolomé de Tirajana. Tiendas de toda la vida de la gente del sur de Gran Canaria como Frutería Herrera, carnicería y panadería El Molino, La Herradura, Frutería Herrera Maspalomas, Frutería El Agricultor, Mercado Municipal de Tirajana o Mercado Agrícola de Tunte por no hablar de los Spar, Hiperdino, la cadena Gordillo, Lidl y Mercadona. ¿A qué viene ahora poner un hipermercado en Viuda de Franco? En Las Palmas los medios ya lo defienden diciendo que va a generar mucho empleo cuando la realidad es que el comercio tradicional genera en el sur de Gran Canaria 1.600 empleos directos y el híper dice en su ficha técnica que produciría 30 puestos directos, con 4 administrativos, 10 empleos de seguridad 12 empleados de limpieza y 4 para mantenimiento. Y parte de esos en subcontratas.
Eso es lo que están cocinando en Las Palmas un grupo de empresarios sin arraigo en el sur de Gran Canaria ante Comercio, que es una área de poder en manos del PP en el Gobierno de Canarias; pero en Tirajana Urbanismo es de CC y AV, el socio del PP, ya tiene argumentos para plantar cara a esos del norte. ¿A quién le quieren vender? ¿A los de Las Palmas que viven en apartamentos turísticos junto a los visitantes? Los funcionarios del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana están indignados porque los promotores, entre ellos un grupo lanzaroteño que factura 86,2 millones de euros limitando la marca blanca hasta el punto que el gasto en alimentación en la isla es de 1.540 euros por vecino al año, según datos de Caixabank Research, van a Las Palmas tratando al sur de Gran Canaria como una colonia.
La propuesta de construir un hipermercado en Playa del Inglés ha generado controversia entre los residentes y stakeholders de la zona de San Fernando. El proyecto prevé que se haga peatonal la parte trasera de la GC-500 aunque en el proyecto lo llaman "carril de desaceleración", que queda fino. Mientras se peatonaliza a los vecinos hay previstas en el hipermercado 864 plazas de aparcamiento. Es decir: la construcción y operación del hipermercado generaría un aumento en las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Se requeriría un importante consumo de agua, energía y materiales de construcción para la edificación del hipermercado, conllevando un impacto ambiental significativo.
La presencia de un hipermercado podría afectar negativamente a los pequeños comercios locales, poniendo en riesgo la supervivencia de muchos de ellos y la pérdida de empleos. El hipermercado podría ofrecer empleos con condiciones precarias, como bajos salarios y contratos temporales, impactando negativamente en la calidad del empleo en la zona. La construcción del hipermercado podría generar cambios en el estilo de vida y la dinámica social de Playa del Inglés, con la pérdida de identidad local y la homogeneización cultural. El hipermercado podría generar un aumento del tráfico vehicular en la zona, lo que afectaría la calidad del aire y la fluidez del tránsito, especialmente en temporada alta. La presencia del hipermercado podría suponer una carga para los servicios públicos locales, como agua, electricidad y alcantarillado, que podrían no tener la capacidad suficiente para atender la demanda.