Desde el pasado mes de abril la Inspección de Trabajo tiene a los funcionarios fiscalizando todo el operativo de protección y prevención de riesgos laborales de Aquanaria, la empresa peninsular de pesca en cautividad que opera en el sur de Gran Canaria y, en concreto, en Castillo del Romeral. La empresa ha recibido el apoyo en forma de silencio de los críticos gastronómicos de Las Palmas pero los vecinos y ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha comenzado a tomar medidas. Todo esto es porque la empresa, que controlaría el negocio sin el celo que debiera, ha recibido la denuncia de un trabajador con un vídeo ha puesto en Trabajo a caldo a Aquanaria afirmando que se trata de un espacio "sucio, inadecuado, sin mantenimiento y sin tapa al calentarse continuamente" y "que no existe cámara hiperbárica a disposición de los empleados", es decir, submarinistas. Detalle: es habitual según la denuncia que haya gaviotas en el interior de las celdas de pescados en cautividad.
Canarias 7 ha desvelado que en la empresa española "tampoco se tratan adecuadamente los residuos orgánicos del pontón de ese mismo centro del Castillo del Romeral" y que un empleado que ha llevado el asunto a Trabajo afirma que "a día de la fecha no dispone de una empresa gestora para esos residuos, con el peligro que ello conlleva para la salud de las personas al tratarse de una empresa de alimentación". Otra supuesta irregularidad es que "la administración de antibióticos a los peces no cumple el protocolo debido, porque no es ordenada debidamente por un veterinario". Señala Canarias 7 que "este periódico quiso recabar la versión de la compañía, pero optaron por la prudencia dado que no conocen la denuncia. Es más, ni siquiera se les ha notificado".
La denuncia ante Inspección de Trabajo de Las Palmas ha surgido por una denuncia presentada por un extrabajador contra Aquanaria según Canarias 7 "por supuestos incumplimientos, tanto en materia de derechos laborales, que incluye una reclamación salarial, como de limpieza de las instalaciones" y agrega el diario que "entre las irregularidades apuntadas ante el organismo dependiente del Ministerio de Trabajo y Economía Social figuran la falta de baño habilitado en las embarcaciones, lo que obliga a los trabajadores, siempre según la denuncia, a hacer sus necesidades por la borda de los barcos". Las gaviotas se quedan atrapadas en las jaulas de Castillo del Romeral y no hay gestora de residuos.
Según Canarias 7 la denuncia señala que "no se limpian adecuadamente las jaulas marinas, que se dejan morir las gaviotas que quedan atrapadas dentro de las jaulas y que las embarcaciones son pilotadas" y que, esto entrecomillado por palabras del empleado denunciante, "por trabajadores que no cumplen con los requisitos de titulación adecuadas y son ocupadas diariamente por más empleados de los autorizados conforme al tipo de embarcación".

































