Viene mucho turismo al sur de Gran Canaria, hay mucha fiesta y mucho dolor de cabeza. El Observatorio de las Drogas y las Adicciones y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas en su informe 'Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España' que ha mapeado las aguas residuales pone de relieve que los entornos con turistas genera una alta presencia de residuos tóxicos en el agua residual. Hablamos de un mercado como en el sur de Gran Canaria (ya estudiado por científicos de ULPGC en 2021 tras estudiar aguas residuales del sur de Gran Canaria dos años) donde el consumo estimado es de 1,5 gramos de cocaína por persona al año, es decir, por encima de la media española de consumo de cocaína, que se sitúa en 1,3 gramos por persona al año. Esto es normal en todos los destinos turísticos del mundo: Imagina Ibiza en agosto.
Con todas las cautelas de los técnicos se señala en el informe, al que ha tenido acceso Maspalomas24H, que con las muestras del fin de semana realizadas en primavera de 2023 durante siete días seguidos pone de relieve que "el consumo de cocaína ha sido detectado en todas las EDAR en ambas campañas" y que "los valores de la mediana semanal oscilan entre 0,7 y 3,9 g/día/1.000 hab., estando la mediana global en 2,0 g/(día 1.000 habitantes). Traducido: "estos datos confirman que la cocaína es una de las sustancias ilegales más consumidas, sin excesivas diferencias en comparación con otros estimulantes".
Según datos oficiales de investigadores de la ULPGC las mayores concentraciones detectadas, en especial en el agua de entrada a las depuradoras, fueron de estimulantes como la cafeína y la nicotina, y de antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno. Las aguas resultantes del tratamiento de esas EDAR del sur grancanario se analizaron mensualmente durante dos años con el objetivo de demostrar su calidad y así fomentar su reutilización. Para garantizar la calidad y seguridad de dichas aguas ha sido necesario demostrar que no presentan contaminantes emergentes como por ejemplo los fármacos, o que éstos se encuentran en concentraciones que no son un riesgo para la salud humana ni los ecosistemas. Asimismo, el estudio realizado permitió evaluar si este tipo de contaminantes son eliminados en las EDAR, y comprobar si las tecnologías de tratamiento convencionales y naturales son igual de eficientes a la hora de eliminar fármacos presentes en aguas residuales.
Dos de las EDAR seleccionadas poseen tecnologías de purificación convencionales y tratan las aguas de áreas densamente pobladas. Ambas emplean un proceso basado en lodos activos como tratamiento secundario, el cual consiste en degradar la materia orgánica mediante bacterias. Posteriormente, para mejorar la calidad de las aguas tratadas, una de ellas aplica ultrafiltración y la otra, procesos de microfiltración y ósmosis inversa como tratamientos terciarios.
Por otra parte, la tercera EDAR estudiada consiste en un sistema de depuración natural (SDN) basado en humedales y trata las aguas residuales de un área rural pequeña. En este tipo de instalaciones se utiliza la capacidad natural de bacterias y plantas para depurar el agua residual, de tal forma que el consumo energético de este tipo de instalaciones es prácticamente nulo. Además, en dicha EDAR se utilizan plantas endémicas de Canarias, por lo que el impacto visual y ecológico es mínimo.
El consumo de metanfetamina es claramente inferior al de la anfetamina, ya que no se ha detectado en casi el 50% de las EDAR/campañas analizadas (figura 5.5). Se observa además que su uso está muy localizado en Canarias, Baleares y otras localidades de tamaño medio en Cataluña. En términos de patrón semanal, no se observa un cambio entre el consumo estimado durante la semana laboral y el fin de semana, lo que indicaría que su consumo no está ligado a actividades recreativas que tienen lugar principalmente los fines de semana.
Aunque las depuradoras estudiadas son completamente diferentes, ya que una es una depuradora convencional que trata las aguas de una zona densamente poblada de la isla (Sureste de GC) y la otra es una depuradora natural que trata las aguas de un pequeño núcleo rural (Santa Lucía), las concentraciones detectadas de residuos farmacéuticos a la entrada fueron similares.