El presidente de la cadena Cordial Hotels, Jürgen Flick, ha donado al Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología de Las Palmas la colección de maquinaria industrial del Grupo Flick. El acto estuvo presidido por el director del espacio divulgativo, José Gilberto Moreno; y la presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Beatriz Calzada. El acuerdo ha sido auspiciado por la asociación de coleccionistas Accomar y la entidad Cultura Marítima de Canarias, Accumar. En el acto estuvo presente Natalia Flick, emocionada por el simbolismo que representa para la familia Flick un ejemplo más de su arraigo en el archipiélago desde 1930, José Juan Rodríguez Castillo, Sebastián Grisaleña y Ángel Ruiz Quesada, entre otros.
La colección consta de 43 piezas de maquinaria industrial que datan de 1930, cuando llegó Harol Flick a Canarias. Confesó a la veintena de invitados a la firma que la conservación y el mantenimiento de la colección no ha sido nada fácil. "Ser coleccionista es prácticamente una media enfermedad", dijo el presidente de Cordial. "Es apasionante, pero necesita un esfuerzo personal permanente", agregó. José Gilberto Moreno declaró que la cesión ha sido un "acto de generosidad". "Hacemos de guardas y de custodios de un equipamiento, pero no hacemos de propietarios", indicó, pues han sido "muy cuidadosos" en que la titularidad del equipamiento permanezca en la familia Flick.
Grupo Flick, accionista desde la fundación de Cordial Hotels de cuando era Amigos HBA con Lothar Siemens y Sergio Alonso, entre otros, fue fundado por Harald Flick en 1930 y constituye en la actualidad uno de los grupos empresariales más relevantes del archipiélago. A lo largo de estos años, ha conseguido atesorar una importante colección de máquinas, herramientas y utensilios de diversa naturaleza, pertenecientes a algunos de los sectores más representativos de la actividad industrial de la isla de Gran Canaria de los siglos XIX y XX: metalurgia y fabricación naval, sobre todo. Beatriz Calzada recordó que "una sociedad que olvida su historia está condenada a desaparecer", justificando la importancia de que las instituciones "hagamos nuestra tarea de recopilar todo ese patrimonio que está en manos privadas" que en ocasiones resulta para los propietarios un «problema de espacio y almacenamiento pero también de no entender el valor".
En Alemania, en la ciudad de Kirn, desde 2006, una persona que haya realizado una contribución voluntaria especial al sector social y cultural recibe cada otoño el 'Premio honorífico Harald Flick de la ciudad de Kirn'. La decisión de conceder la Medalla Harald Flick la toma un patronato presidido por el alcalde e integrado por un representante de la familia Flick. En 1957, Harald Flick creó la Fundación Maximilian Flick, que lleva el nombre de su padre, a la que apoyó económicamente durante los años siguientes hasta su muerte. La fundación tiene como objetivo que el alcalde de Kirn pueda ayudar de forma no burocrática a los ciudadanos de la ciudad en situaciones de emergencia. La fundación también tiene como objetivo promover los intereses culturales de la ciudad.