Niños no eran. La Sala de lo Penal de Tribunal Supremo ha dictado sentencia de condena de tres años y medio y expulsión de España a dos menores llegados en patera o cayuco a Gran Canaria que interaron en 2021 violar a una monitora de un centro del sur de Gran Canaria, según señala la sentencia de este verano de 2024 a la que ha tenido acceso Maspalomas24H. La agresión sexual no se llegó a ejecutar con penetración porque la mujer se pudo escapar escuchando que se reían de ella y con el susto en el cuerpo.

Los hechos probados de la sentencia afirman, en síntesis, que, sobre las 22:15 horas del día 12 de mayo de 2021, en una de las habitaciones del centro de menores del sur de Gran Canaria en que pernoctaban los dos Menas, cuando la auxiliar técnico del centro iba avisando habitación por habitación que era la hora de la cena, los dos procesados le cogieron las manos como muestra de saludo, le preguntaban cómo se llamaba y si tenía novio. Aunque ella se soltaba las manos, se las volvían a agarrar y le seguían haciendo preguntas, hasta que alguien bajó la palanca de a luz, y en ese momento, de forma conjunta y con claro propósito libidinoso, agarraron fuertemente a la técnico impidiendo que esta se moviera y le tocaron reiteradamente los pechos y la vagina por encima de la ropa.

Como consecuencia de los hechos anteriormente descritos, la mujer no presentó lesiones físicas, pero sí estado lloroso y problemas de sueño, así como temor lo cual precisó para su sanidad de una sola asistencia facultativa, estimándose un día de baja, sin secuelas, por las cuales reclama la pertinente indemnización, así como por el daño moral ocasionado. Los Menas, no se sabe cómo, deberán indemnizar en la cantidad de 2.000 euros en concepto de daños morales a la monitora y hacer un curso de educación sexual. Al encontrarse los procesados en situación ilegal en España, se acuerda la sustitución de la pena de prisión por su expulsión del territorio nacional, una vez cumplidos los dos tercios de la condena impuesta, con prohibición de entrada en España por tiempo de 10 años.

En la denuncia de la monitora ante la Policía Nacional de Maspalomas y el Juzgado de Instrucción nº 2 de San Bartolomé de Tirajana ha sido probada su verosimilitud del testimonio además del informe médico dictado por el Centro de Salud al que acudió la denunciante tras los hechos, donde se recoge su afectación psicológica que la agresión sexual padecida le había producido que dio lugar a la pautación de un tratamiento médico; y, por otro, el informe médico forense, debidamente donde también se objetivaban las consecuencias psicológicas de los hechos.