La AIReF (la oficina de la CE en España para el control de la rigurosidad del gasto público) ha publicado los datos en el que se pronuncia en relación con los presupuestos de 2024 y el cumplimiento de los objetivos fijados de estabilidad presupuestaria y deuda pública del conjunto de las Administraciones Públicas y el Ayuntamiento de Mogán sale bien parado. Evalúa la ejecución presupuestaria, deuda pública y regla de gasto. En su análisis realiza un estudio individual de las estimaciones a cierre del ejercicio de cada una de estas Corporaciones Locales, señalando aquellas que se encuentran en riesgo de incumplimiento, y proponiendo recomendaciones para las mismas.
Cualquiera que vea estos datos diría que Mogán no es ese régimen derechista que desde Las Palmas se dibuja de este municipio turístico de suma importancia para Canarias. La evolución del saldo presupuestario remonta tras la crisis del Covid19 y se ubica cerca del nivel que hubo en 2018 aunque lejos de los casi 6 millones de euros de 2017. Pero lo cierto es que sus cuentas ya están en color verde.
En el listado de posibles entidades en riesgo, no se incluye de ninguna manera al Ayuntamiento de Mogán y sí a otros como el de Las Palmas, donde viven del sur de Gran Canaria y se permiten tener hasta funcionarios jubilados controlando en remoto expedientes confidenciales, supuestamente. Bruselas destaca que los servicios básicos se llevan 29 millones de euros a los que hay que sumar 7,4 millones de gasto social y en sanidad, transporte y educación 18,4 millones de euros.
La Airef señala que Mogán cuenta con un superávit en la liquidación presupuestaria de 1,1 millones de euros al tener en 2023 unos ingresos de 65,3 millones de euros frente a los 64,2 millones de gasto. La deuda financiera es de 16 millones de euros pero el periodo de pago a proveedores sigue equilibrado para pymes y autónomos: 36 días de pago. Mogán tiene pendiente de pagar 2 millones de euros.
De cara al futuro, la AIReF señala que la relajación esperada de las condiciones de financiación de la economía, las elevadas tasas de ahorro de los hogares y el buen comportamiento del mercado de trabajo permitirán sostener ritmos de crecimiento elevados, aunque inferiores a los registrados en el primer trimestre de 2024 (0,8%). Con todo, el retroceso de la productividad y el reducido esfuerzo inversor de la economía plantean riesgos a la baja sobre el escenario de proyección.