Con la temporada invernal a la vuelta de la esquina, el sector hotelero en el sur de Gran Canaria se prepara para recibir a miles de turistas que buscan escapar del frío europeo. Sin embargo, los visitantes que elijan este paraíso subtropical como su destino de vacaciones en el invierno de 2024 se enfrentarán a un incremento notable en los precios de alojamiento. La seguridad se paga: 1.000 turistas de RIU Hotels en Cabo Verde se han visto afectados por una bacteria en la comida que ha dejado a los clientes con unas vacaciones con problemas gástricos.
Según datos recabados por asociaciones del sector y plataformas de reservas por Maspalomas24H, los precios de los hoteles en las zonas turísticas más demandadas, como Maspalomas, Playa del Inglés y Meloneras, han experimentado un aumento promedio del 12% en comparación con el invierno anterior. Esta subida está impulsada por una combinación de factores, desde la elevada demanda, pasando por el encarecimiento de los suministros, hasta la inflación generalizada que afecta a toda la economía europea.
Uno de los principales factores detrás del alza es la reactivación completa del turismo tras el impacto de la pandemia. "En 2023 ya vimos una fuerte recuperación, pero este año notamos que el interés por el sur de Gran Canaria ha alcanzado cifras históricas", comenta Carlos López, gerente de un conocido hotel en Meloneras. "La alta ocupación nos ha llevado a ajustar los precios, sobre todo en la temporada alta de invierno, que es cuando recibimos a más turistas del norte de Europa".
El coste de la energía es otro aspecto clave. Las instalaciones hoteleras han sufrido un incremento significativo en sus facturas energéticas, derivado del encarecimiento de la electricidad y el gas. En palabras de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Gran Canaria, “los establecimientos están haciendo todo lo posible por mantener la calidad de sus servicios, pero inevitablemente, los costes operativos más altos se reflejan en las tarifas”.
El aumento en los precios no afecta solo a los hoteles de lujo, sino también a los alojamientos de menor categoría. Los complejos de apartamentos turísticos, una opción popular entre familias y parejas que buscan estancias más económicas, también han ajustado sus tarifas al alza, con incrementos que varían entre el 8% y el 10%. A pesar de ello, la ocupación para los meses de diciembre a febrero ya roza el 80%, lo que sugiere que la demanda sigue siendo fuerte.
Además, los turistas se enfrentan a precios más altos en los servicios complementarios, como restaurantes, excursiones y actividades de ocio, que han seguido la misma tendencia inflacionaria. "Es una cadena", explica María Fernández, gerente de un restaurante en la zona de Playa del Inglés. "El costo de los productos frescos y las importaciones ha subido, y eso lo notan tanto los residentes como los turistas". Sin embargo, a pesar de los aumentos, los expertos coinciden en que Gran Canaria sigue siendo un destino competitivo dentro del mercado europeo. “Comparado con otras zonas del Mediterráneo o destinos caribeños, sigue siendo una opción asequible”, señala un informe reciente del portal turístico Travel Insights.
A medida que el invierno se acerca y las reservas continúan en aumento, los viajeros tendrán que ajustar sus presupuestos si desean disfrutar del clima privilegiado y las playas del sur de Gran Canaria. Pero a pesar del impacto económico, la isla confía en seguir siendo el refugio ideal para quienes buscan escapar del frío y disfrutar de unas vacaciones inolvidables en 2024. En definitiva, el sector hotelero en el sur de Gran Canaria se enfrenta a un invierno con tarifas más elevadas, aunque con la seguridad de que, tanto por su clima como por su infraestructura turística, continuará siendo uno de los destinos más codiciados de Europa.