La Consejería de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias, a través de la empresa pública Turismo de Islas Canarias, ha promocionado el destino en Suecia para atraer a un visitante que realiza un mayor gasto en las islas y que destaca "por su fidelidad al archipiélago". Tres de cada cuatro turistas suecos que llegan a Canarias lo hacen a Gran Canaria, territorio al que comenzó desde el minuto cero al sur de Gran Canaria en 1958. El 84,3% son visitantes repetidores.
Sostiene Promotur que "la mayor parte de los visitantes que acuden a este evento ostentan un elevado nivel adquisitivo que les permite viajar y disfrutar de actividades en su destino, aprovechando su tiempo libre para disfrutar del sol y playa". En la nota oficial se obvia decenas de indicadores turísticos relacionados con Gran Canaria, destino que encontró en el turismo nórdico su salvación cuando era perseguido desde otras islas para comerle negocios como el turismo británico, peninsular o ruso, de la que fue pionera Gran Canaria hasta que le comieron la tarta con su permanente solidaridad de compartir mercados.
¿Y por qué quieren ahora el mercado sueco? Porque el 33,5% tiene unos ingresos netos anuales en el hogar de 75.000 euros o superiores, frente al 27,7% del conjunto. Esto se traduce en una mayor inversión en sus vacaciones, pues los viajeros procedentes de Suecia gastan 1.556 euros en su viaje, 170 euros más que la media. Es decir, que con la misma estancia media que el resto gastan más en el total del viaje porque el gasto diario es superior, puesto que en el caso de los viajeros procedentes de Suecia éste asciende a 186,6 euros, frente a los 167,8 del conjunto de turistas.